El eclipse

Las cosas son como son y no como uno quiere que sean. Honduras es lo que es y aunque quisiéramos que fuera algo distinto, lo que hay es lo que hay y punto. Somos ya, el país mas pobre de América (65% de la población es pobre, 42% es miserable), ya no solo la latina, sino de toda América. Ya Haití dejo de ser el último lugar, no tanto por sus meritos para salir de la pobreza, sino mas bien por los meritos de los últimos gobernantes de este pobre país (Honduras), que en comparativa económica y de desarrollo humano, han causado mas daños que los huracanes Fifí y Mitch juntos.

Y si hay algo que es común a los países con peores índices de desarrollo humano, es la pésima educación que reciben sus ciudadanos. Así pareciera que existe alguna relación directamente proporcional entre la educación y la pobreza (menos educados, más pobres). Los países con mejor educación, son aquellos que exhiben mejores índices económicos y sociales. De tal forma aquellos países llamados del primer mundo, parece que lo fueran porque sus ciudadanos son personas con acceso a mejores prestaciones educativas, lo que redunda en mejores desempeños, mayores rendimientos para sus contratantes y por ende mejores salarios, y por ultimo un PIB mas alto para el país.

Honduras no es un país de primer mundo, de hecho, los índices microeconómicos nuestros son horribles, lo que nos coloca apenas por encima de algunos países africanos. Honduras, ya lo dije antes, es el país mas pobre del continente, el mas desigual, el mas violento en cifras por cada 100,000 habitantes, el mas corrupto, el mas inseguro jurídica y socialmente hablando, el peor país para envejecer, uno de los mas peligrosos para los abogados y periodistas, para los defensores de derechos humanos y para los llamados diversidad sexual. Ese es el retrato de nuestro país.

Y no puedo menos que sentir alegría, por las mañanas y a las primeras horas de la tarde cuando veo a los padres que acompañan a sus hijos hacia las aulas escolares, para, según tengo entendido, que estos niños, que serán el futuro del país, sean menos, un poco, al menos un poco menos ignorantes que nuestro presente, es decir nosotros. Y siento alegría al pensar que gracias a este responsable acto del presente, podríamos soñar con algo mejor en el futuro.

Por esto mismo es que no puedo sentir menos que rabia, enojo e impotencia ante la actitud pusilánime, de los responsables de algunas mal llamadas instituciones educativas, ante el evento sideral que hoy tuvo lugar, un eclipse, en el que como es lógico, estuvieron involucrados, nuestro planeta, La Tierra, su satélite natural, La luna y el astro rey, El Sol. Un eclipse es un fenómeno común y corriente que ocurre al menos cuatro veces cada año, en algunos años hasta seis veces, por efecto de los movimientos de traslación de la tierra alrededor del sol y de la luna alrededor de la tierra. El movimiento de traslación es un movimiento por el cual el planeta Tierra gira en una órbita alrededor del Sol. En 365 días con 6 horas, esas 6 horas se acumulan cada año, transcurridos 4 años, se convierte en 24 horas (1 día, lo que da lugar a lo que se llama año bisiesto).La luna gira alrededor de su eje (rotación) en aproximadamente 27.32 días (mes sidéreo) y se traslada alrededor de la Tierra (traslación) en el mismo intervalo de tiempo, de ahí que siempre nos muestra la misma cara.

Según Wikipedia, <<El eclipse (del griego Έκλειψις, Ekleipsis, que quiere decir ‘desaparición’, ‘abandono’) es un fenómeno en el que la luz procedente de un cuerpo celeste es bloqueada por otro, normalmente llamado cuerpo eclipsante.​ Existen eclipses del Sol y de la Luna, que ocurren solamente cuando el Sol y la Luna se alinean con la Tierra de una manera determinada. Esto sucede durante algunas lunas nuevas y lunas llenas. Sin embargo, también pueden ocurrir eclipses fuera del sistema Tierra-Luna. Por ejemplo, cuando la sombra de un satélite se proyecta sobre la superficie de un planeta, cuando un satélite pasa por la sombra de un planeta o cuando un satélite proyecta su sombra sobre otro satélite. >>

Los eclipses no tienen, no han tenido, ni tendrán, nunca, nada que ver, con hechos físicos materiales e inmateriales que pudieran ocurrir, en la Tierra, en La Luna, en El Sol, y en el universo mismo. De hecho hay fenómenos celestes como el nacimiento o muerte de una estrella que si pueden y de hecho lo hacen, influir en el mismo universo. Según la mecánica cuántica, la descripción correcta de un sistema, es la superposición de los estados que llevaron al sistema al punto que queremos describir. En un eclipse no hay superposición de estados a describir. Un eclipse es algo tan común, y sin ningún significado universal, como los eclipses que cada uno de nosotros provocamos al interponernos entre el sol, y cualquiera cosa delante de nosotros. Esto genera un espacio, que conocemos como sombra. Pues un eclipse no es más que la sombra de la tierra al interponerse entre el sol y la luna, o de la luna al interponerse entre el sol y la tierra. Nada más.

En pleno siglo 21, es, insultante para la inteligencia humana, creer, que por que ocurra un eclipse, el planeta se va a poner de patas arriba. Es mitología e ignorancia decir que los eclipses traen desgracias, falso. Igual de falso es que por los eclipses, hacen que los niños nazcan con labio leporino o con cola de iguana. Estas son creencias que ya debieron de haber sido borradas de la conciencia y la razón de los ciudadanos de la revolución tecnológica, los que disfrutan de las redes sociales, merced a que pudieron aprender a manejar un Smartphone o teléfono inteligente.

Pero bien, que nosotros los comunes mortales, sigamos creyendo barbaridades como que los eclipses son dañinos, esta bien, al fin de tanto nosotros no somos maestros, no tenemos la obligación de saberlo. Pero que los que están de pie delante del futuro de Honduras, moldeándolo, grabando en sus virginales memorias los datos que determinaran su comportamiento futuro, crean esas tonterías, eso es un insulto y es imperdonable. El que hoy varios de estos changarros de mala muerte, hayan enviado a sus casas a los alumnos, porque el eclipse podría provocar cosas, es aberrante y estúpido. Esta ocasión debió aprovecharse para hablar a los niños sobre lo que en verdad es un eclipse, para que estos llegaran a nuestros hogares, a explicarnos, a educarnos y a hacernos un poquito menos ignorantes.

Pero no fue así, mala suerte para los niños, puesto que sus padres, nunca averiguaron si quien se pararía frente a su hijo, todos los días, es un educador, o un mediocre ignorante. Y de quien es mediocre e ignorante, que esperamos que forme, excelencia, diametralmente opuesta a el, o por el contrario que replique su mediocridad. No podemos pedirle peras al olmo, eso no va a ocurrir nunca, así como nunca ocurrirá que un eclipse tenga algo que ver en los hechos que pasan en cualquier parte de nuestro universo.

Esto es, por eso alguna vez afirme, que Honduras es un país sin futuro, porque estos malnacidos imparten mediocridad e ignorancia y claro que si, porque nosotros lo permitimos.

MACH



21.08.2017

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