A las puertas de otro golpe de estado, lo que ayer fue legal hoy ya no lo es.

El mundillo político hondureño se encuentra hecho un lio y a punto de explotar después del fiasco de las elecciones internas celebradas en Noviembre pasado, y en las que a vista del mundo entero el Tribunal Supremo Electoral de Honduras, inflo los datos de dos candidatos, de los partidos tradicionales en detrimento de los otros, con el único objetivo de minimizar el poder electoral alcanzado por el partido emergente que se volvió una piedra en el zapato, de todos los que bendicen la desgracia en que nos debatimos.

Un colosal fraude en donde estos dos  candidatos beneficiarios del hecho en cuestión, aparecieron como ganadores, aun cuando ninguna encuesta se les  mostro ganadores y aun las encuestas de salida no los daban por triunfadores.
Y es que en Honduras lo de los fraudes siempre ha sido una práctica común y casi normal, aceptada por todos los contendientes ya que los poderosos son los que han decidido quién gana y a los demás siempre les ha tocado aceptar la parte que les dan y nada más, a seguir en el negocio sucio que es la política del país. De hecho Manuel Zelaya ex presidente derrocado por un golpe de estado en el 2009, acepto que cuando el gano la presidencia hubo fraude.
Pero esta vez, cambio algo y es que el candidato del Partido Nacional, apuesta del poder factico junto al ganador del Partido Liberal, resulto perdedor. Juan Orlando Hernández no se plegó al capricho del grupo de poder que ungió a Ricardo Álvarez como su elegido, e hizo lo propio para quedarse con la candidatura.
El señor Ricardo Álvarez ha dicho y parece que así es que va hasta las últimas consecuencias, léase hasta la Corte Suprema de Justicia, hasta donde llego hoy para interponer un recurso de amparo en contra de la declaratoria de elecciones, exigiendo que la corte, le dé el derecho de contar voto por voto en todas las urnas del proceso.
De inmediato anoche en el congreso se presento la moción para investigar administrativamente a los magistrados, en una clara advertencia en mi humilde entender, que si se concede lo pedido por Ricardo Álvarez, de inmediato el congreso pasara a investigar y destituir a todos los magistrados de la corte, los que tienen una cola más larga que la del cometa Halley.
Este decreto provoco la reacción airada de un grupúsculo de diputados fieles al bucanero de El Progreso, diciendo que de ninguna manera un poder del estado puede investigar a otro poder y que eso seria un pésimo precedente. El participante Alfredo Saavedra, olvida que ya el congreso se abrogo el derecho de investigar y destituir al titular de otro poder del estado, hecho mediante en  una acción totalmente ilegal el mismo asumió la presidencia del congreso, cuando en aquel entonces nombraron a un delincuente como Presidente de Honduras, obviando que en la ley no hay ninguna función del congreso que le permita tal acto.
Y es que lo que en el 2009, fue bueno, hoy es malo. Y si lo discutimos, el Congreso y el Presidente lo elige el pueblo, mientras que a la Corte Suprema de Justicia la elige el Congreso por lo cual si pueden removerlos, algo que en el caso del Presidente del Ejecutivo no es posible ya que este surge de una elección directa del soberano.
Y la actitud del Ministerio Publico, ridícula, servil, hipócrita, cuyo Fiscal adjunto amenazo ayer de acusar a los diputados por traición a la patria por hacer lo que es legal. Sin embargo este títere no acuso a nadie por traición a la patria  y más bien se coludieron con la Corte Suprema para inventar un andamiaje de justificaciones para validar un golpe de estado que hasta hoy es un hecho mundialmente reconocido, y solo negado por cuatro instituciones de Honduras, Las Fuerzas Armadas, El Comisionado de Derechos Humanos, el Ministerio Publico y la Corte Suprema de Justicia actual, negación valida ya que la ley dice que nadie está obligado a incriminarse, y ellos fueron actores materiales del golpe de estado, de traición a la patria y por tanto en cualquier momento imputables por este delito.
Y lo que queda más claro, además que estamos a las puertas de un golpe de estado, es que la lucha es de dos líneas de poder en pugna por el pastel que significa para ellos el estado. El que piense que esto ocurre en defensa del pueblo, de la depuración o de lo que sea es pura utopía. Lo que hay en claro es que el poder del grupo de medios y bancos que promociono el golpe de estado del 2009, se tambalea, ante un nuevo poder que le hace frente y está dispuesto a dar la batalla.
Se atreverán a dar otro golpe de estado, y a decir que esta vez defienden la constitución que les permite derrocar Presidentes pero no quitar a aquellos electos por el congreso y de ninguna manera por nosotros que somos el mayor poder dentro del modelo democrático.
O no lo somos?
MACH
11.12.12

Comentarios

  1. Los que estan bramando son los golpistas, titeres de los narcos en el pais.

    Esta bueno, lo unico malo es que no los tiraron a la m a todos y a los fiscales tambien

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