El Evangelio de la Prosperidad
Si hay un tema sobre el que me ha sido difícil escribir, es este. Escribir sobre religión y religiosos en países como el nuestro es arriesgarse a mucho. A que te digan de todo y que te acusen de todo. Y no es que a mí en lo particular, me importe mucho lo que se diga o lo que me digan a mí. Soy fiel creyente que ofende el que puede no el que quiere, y en mi caso creo son poquísimos los que lograrían el efecto de ofenderme por algo que se les ocurra decir. Pero en honor a la verdad, debo decir, que en nuestros países , mas que religiosos los que asisten a las iglesias son en mayoría fanáticos(El fanatismo supone una adhesión incondicional a una causa.), con una alergia irracional hacia la crítica, a la que descalifican solo por el mero hecho de ser eso, critica. Quiero dejar por sentado que creo que existe Dios, por un montón de razones, que no pasan por la religión principalmente. Así mismo pretendo asentar que hablar de religión y religiosos, no es hablar de Dios. Al menos el