En el año 2015, un presentador de televisión, también político, entrevistó en su programa a un escritor, para mí desconocido , pero supondría qué muy conocido en las esferas sucedáneas del olimpo hondureño, basando esta afirmación, en que la cadena en la que se transmitió la entrevista es la de mayor alcance a nivel nacional. Mientras el presentador, que también es caricaturista, dibujaba al escritor, le lanzó a este dos preguntas, a las cuales el escritor respondió con soltura. Podría mencionar los nombres de los involucrados ya descritos, no lo haré porque para el desarrollo de esta pequeña crónica, carece de importancia quien lo dijo, lo importante y la madeja que seguiremos es lo que se dijo, a lo que trataremos de darle una lectura talves un poco distinta de lo que asomó en el video.
El primer cuestionamiento fue sobre el lenguaje usado por el escritor en sus trabajos, a lo que este respondió, que en sus primeros libros, usaba un lenguaje más refinado (ampuloso fue la palabra), con palabras bonitas a su gusto(aluvión mencionó como ejemplo) , pero que no eran muy conocidas del lector con lenguaje común , debido a esto, dijo, algunos lectores le señalaron que esta era una complicación al leer sus obras, puesto que tenían que buscar el significado de aquellas expresiones , para poder seguir el hilo de la historia contada. Por esta razón , explicó , dejó de usar esa forma de escribir, sustituyéndola por un modelo de escritura más básica, que no necesitase recurrir al diccionario o en últimas a Google (ya existía la www para ese entonces). Como opinión propia , aun sin ser escritor, pienso que uno de los mayores beneficios de la lectura, y un objetivo de quienes escriben, es lograr que el lector amplíe sus conocimientos sobre el lenguaje. Reducir la semántica de una obra , con el objetivo de adecuarse al nivel de lenguaje más básico, no me parece justo, ni para la obra, el lector y el escritor mismo. Si esa fuera la solución, no habríamos disfrutado de escritores como Umberto Eco, Gabriel García Márquez, Salman Rusdhie o James Joyce, por nombrar algunos, con los que hay que viajar a menudo a la búsqueda del significado de palabras (más con Umberto Eco), y que al final de la lectura, no solo nos permitió el relajamiento y disfrute propio de lo que se lee, sino el enriquecimiento y mejoría de nuestro léxico.
La siguiente cuestión de parte del entrevistador, pareciera tener una motivación personal, cuando siendo político, diputado al congreso nacional ( lo fue por doce años) , en ese momento, al inicio de su segundo periodo de 4 años, casi como un señalamiento más que una pregunta fue, sí el bardo, solo veía lo malo que hacen los políticos ( asumo alguna crítica anterior de este) o también lo bueno, a lo que recibió un respuesta contundente y lapidaria, “no puedo ver lo bueno que hacen los políticos, porque ningún político hace nada bueno para la población”. Dicho lo anterior el presentador, disimulando su enfado, ripostó que es malo generalizar, porque a su buen entender, algunos políticos también hacen cosas buenas, obviamente y con toda certeza, curándose en salud. El entrevistado no se amilanó y contraatacó diciendo que los políticos solo hacen cosas buenas, para ellos mismos y para sus mecenas. Además dijo , muéstreme un político que haya hecho algo bueno para los de abajo. El presentador , dijo de manera contundente, “yo levanto la mano”. ¿Dígame qué ha hecho usted señor diputado? Cuando llegué en mi primer periodo como diputado, me negué a aceptar las dispensas para introducir dos carros sin pagar impuestos. Le ahorre al estado algo así como veinte mil dólares y además promovi que otros compañeros rechazaron las suyas. Inicie una cruzada para que se aboliera tal beneficio.
En este punto , pienso que el escritor se había dado cuenta que el terreno al que se derivaba la tertulia, no era terreno conveniente para él, por lo que no contraatacó, o quizás porque se quedó sin argumentos, por lo que él presentador, asumo se dio por satisfecho y zanjó la cuestión con una sonrisa triunfante, “no es que quiero yo venir a darme aires aquí”, y quizás entendiendo que el escritor estaba vencido, estableció un nuevo rumbo para la entrevista. Realmente lo afirmado por el , a la sazón diputado por cinco años, que se convertirían en doce, es una de esas medias verdades que habitualmente utilizan los políticos, para esquivar el señalamiento que muchos hacemos , de que son perjuiciosos para el estado y que su aporte es negativo para las sociedades. En doce años como diputado este señor pudo haber recibido del erario público la bicoca de 16,800,000 00 lempiras, obteniendo nosotros como compensación por el pago de tal emolumento, el ahorro provocado de 20,000.00 dólares, algo así, al cambio oficial de hoy en día, serían unos 520,000.00 lempiras, lo que nos deja un balance negativo de más de 16 millones de lempiras, solo en este brillante diputado.
Los números tienen la desventaja de ser fríos, sin embargo son una maravilla porque nos permiten cuantificar, incluso aquello que simple vista no parece cuantificable, como por ejemplo, las labores donde el lucro o beneficio, no solo es dinero, merced a que existe un componente social. Algunos políticos, justifican sus salarios, alegando que , en el caso de los diputados, presentan mociones para hacer leyes, y proyectos de impacto social, habría que decir que, el impacto de estos, poco o ningún beneficio dejan a los de abajo. La prueba, estamos peor hoy que en el 1982, cuando iniciamos esta parte de la historia democrática nuestra, éramos menos los pobres, el endeudamiento era menor, y si, hay que decir que los millonarios, eran menos. Desde ese año, en Honduras, cada 4 años, tenemos algunos nuevos millonarios, otros que ya lo eran, lo son más y consecuentemente, los pobres también aumentan. No podemos disociar la pobreza de la riqueza, para que alguno sea rico, otro debe ser pobre. Esta asociación es directa y proporcional, en cuanto se enriquecen unos , se empobrecen los otros. Si asumimos que en este año el 20% del presupuesto se gasta en burocracia, y si además estos honestos servidores públicos son propiciadores y participantes de enormes actos de corrupción, es fácil concluir, que nos cuesta más lo administrativo del proyecto de un puente, que el puente mismo. Flujo de efectivo totalmente negativo.
Lo afirmado por el escritor es una verdad tan grande como el sol. No existe un solo diputado, alcalde, regidor, ministro y en general , miembro de la alta cúpula política, que no se haga millonario en un período de sacrificio al servicio de la patria, y es tan bueno el asunto que luchan con denuedo para repetir el sacrificio hasta casi morir ancianos aferrados a esos sacrificados lugares. El sujeto en cuestión le regalo a nuestra pobre sociedad, 12 años, por los que cobró un salario mensual que en mayoría de casos un ciudadano común y corriente, no cobra en un año; mientras él hacía tanto bueno por Honduras, en los 12 años que fue diputado, cienes de miles de hondureños , cayeron bajo la línea de la pobreza. Los resultados no mienten. Son una realidad que nos abofetea todos los días. Mientras los políticos y los que les financian se vuelven más adinerados, los que sufragamos nos volvemos más pobres. Esto no es lo que nos prometió la democracia, esto es lo que una clase de bribones, entronizada en nuestra política, nos dan a cambio de quedarse con todo lo que pueden de este pobre país, y lo más grave, porque nosotros lo permitimos, y no solo eso, lo apoyamos a condición que al menos nos dejen comer de las migajas que caen debajo de la mesa.
Lo dicho por el escritor es para mí una verdad inapelable, un concepto imposible de negar , los políticos no hacen nada bueno por y para nosotros, pero igual de inapelable es que a nosotros parece no importarnos , por lo que aquellos seguirán haciendo lo suyo y nosotros seguiremos en lo nuestro, cualquiera cosa que esto signifique. O acaso usted también piensa que los políticos si nos son de beneficio.
Esperamos su opinión.
MACH