La Maxima Hipocresia
No me gusta escribir sobre asuntos religiosos o que tengan que ver con la forma en que se desenvuelven los ciudadanos en sus iglesias, debido a que la mayoría de veces el abordar estos temas trae consigo la réplica de fanáticos que ven en quienes opinamos distinto a ellos, al demonio y por consiguiente sus enemigos. Casi siempre que escribo algo, lo hago motivado por el impacto que causa en mi algún hecho que ocurre en el entorno cercano, y que me motiva o más bien dicho produce en mi el deseo de escribir sobre eso. De toda mi vida he conocido a una mujer, pésima madre, pésima pareja, desobligada, ambiciosa, inescrupulosa, definitivamente lo que se puede considerar una mala persona. Hace unos días me vi ante la sorpresa que esta mujer repentinamente encontró al “señor” y cambio su vida, es una nueva persona, al decir de los que la acompañan en este nuevo encuentro “espiritual”. Más de treinta años viéndole hacer maldad, de cualquier forma, con tal de salirse con la suya y y hast