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sábado, 22 de noviembre de 2025

El esclavismo una vergüenza aún hoy

 


Esta vez he querido escribir sobre dos obras literarias de un peso profundo , que tocan nuestras   fibras más sensibles  como seres humanos racionales, merced a la temática a la que se refieren y aunque siendo un poco distintas en el abordaje, no lo son tanto en la descripcion de los hechos , la esclavitud. Los seres humanos a través de la historia hemos cometido innumerables actos barbáricos que son sin duda inhumanos e irracionales, contrastando con la descripción que nosotros mismos hemos acuñado para definirnos, seres humanos y racionales. De formas muy variadas los humanos siempre encontramos justificaciones para tales actos, mas propios de bestias sin raciocinio que de seres pensantes, justificaciones que de buena gana han sido aceptadas socialmente de forma de minimizar lo vergonzoso y asqueroso de aquellas acciones con el consuelo de que o era necesario o eran otros tiempos. Se valida lo actuado sin que se reivindique a los perjudicados. Aún hoy en pleno siglo XXI, si nos acercamos a las pantallas de la caja estúpida, nos daremos cuenta que se siguen cometiendo exterminios humanos por asuntos de raza, religión, poder y economía. El esclavismo no a desaparecido , sólo se ha dado un baño de pureza y sigue apareciendo meridianamente en nuestra realidad actual. Pero al igual que en los años 1800 , los humanos , cristianos, judíos, musulmanes, induistas y budistas, miramos con disimulo hacia otro lado. Las novelas en cuestión son :“La Cabaña del tío Tom" (1852) de Harriet Beecher Stowe, que en mi opinión  es una obra fundamental no solo por su impacto político , ya que se le atribuye haber exacerbado el fervor abolicionista en el Norte de Estados Unidos y ser motivo de la guerra civil , sino por la crudeza con la que expone la hipocresía moral de la sociedad estadounidense de su tiempo. La segunda novela de la que quiero hablar es “Raíces: La saga de una familia americana" de Alex Haley, publicada en 1976, la que no es meramente una novela histórica, más bien  es, ante todo, un acto de fe. Es la creencia ciega  de un escritor afroamericano en la posibilidad de rastrear y reconstruir su ascendencia hasta el origen primero, devolviendo el nombre y el contexto a aquellos que la historia oficial condenó al anonimato y al olvido.

Habiendo hecho está pequeña introducción creo que es justo empezar. Harriet Stowe crea un universo no ficcional donde los personajes van, desde el bondadoso Tío Tom, la gentil Eliza y la  virtuosa y piadosa Evangeline, hasta el cruel Simon Legree, quienes  ilustran un amplio espectro de la barbarie y la caridad humanas actuando juntas o por lo menos muy cerca una de otra. Hay diversos personajes a los que el lector deberá ir compadeciendo , amando e incluso odiando a algunos de ellos (Marie St Clare).  La novela está  enfocada en la terrible desigualdad de trato si bien algunos "amos" ,como los Shelby o Augustine St. Clare, podían ser menos violentos, sin embargo muy poco ayudaba a los esclavos ya que  el sistema mismo permitía y legitimaba la crueldad absoluta de otros. Es conmovedor asistir a la desgracia que significaba para un esclavo la muerte de su amo que le trataba con menor crueldad, para luego ser vendido a otro que le maltrata sólo por el hecho de proceder de un lugar con mejores tratos. En las plantaciones del Sur donde el terror y la degradación eran la norma con personajes  como Legree la crueldad narrada en la historia llega a su clímax y es el lugar donde el personaje principal, el tío Tom recibe los peores castigos y ultrajes con el único propósito de doblegar su espíritu y hacerle como la mayoría de esclavos que se volvían enemigos de sus pares, de sus vecinos de infortunio. El mensaje es claro, la maldad del sistema no dependía solo de los individuos, sino de la licencia que el marco legal y social otorgaba a la barbarie y la tiranía.

Sin embargo, en mi opinión , el elemento más penetrante de esta  novela, es que intencionalmente o no, pone el dedo en  la perversidad de  la instrumentalización de la fe y la religión como aliada del sometimiento y la humillación. La autora , siendo hija y esposa de clérigos blancos, define la fe cristiana como el eje moral del Tío Tom. Tom es el arquetipo del esclavo cristiano, paciente, sufriente, bondadoso y dispuesto a acatar cualquier sufrimiento , aun hasta el martirio sin renegar de su fe en el Cristo. No cree  en la rebelión, sino en la promesa de una vida mejor en el más allá, está esperanza es lo que lo lleva a aceptar con humildad los horrores y sufrimientos que le infringe su amo, hasta que al final lo mata de una golpiza. Podríamos pensar por un lado que,  la fe de Tom es un faro de humanidad y moralidad superior frente a la podredumbre ética de sus esclavistas , que también se decían cristianos. Otro enfoque que me parece crítico es que la sumisión de Tom se convierte en la justificación ideal para no rebelarse  y la aceptación de su destino por parte de él y  de  todos los  oprimidos. La novela pone el dedo en el discurso muy difundido que los desposeídos no sólo deben cargar su cruz terrenal con resignación y sin quejarse , sino que Dios así lo quiere para probar su fe y asegurar su recompensa celestial. Esta teología de la pasividad es la herramienta perfecta del opresor, del tirano,  que encuentra en el Evangelio malinterpretado y acomodado  un método para apaciguar el espíritu de rebelion. La  novela revela de manera sutil diría yo, sin casi advertir el señalamiento , cómo la piedad religiosa puede ser pervertida en un mecanismo de control mental, alentando al esclavo, al desposeído y menos favorecido ,  a aceptar la desigualdad como designio divino en lugar de luchar por la justicia terrenal. Es un reclamo silencioso, pero fuerte, por la complicidad de muchas iglesias y sus líderes  que predican el sometimiento en vida a cambio de la gloria eterna en otra vida.



Por otro lado ,en  "Raíces” Alex Haley narra su propósito personal, de  encontrar a su antepasado africano, Kunta Kinte. El inicio está dedicado al nacimiento, juventud, y captura de Kunta en Gambia su país de origen , hasta el cuál llegan una noche los traficantes de negros a llevarse por la fuerza los mejores ejemplares, para venderlos como  esclavos, y lo arrancan del seno familiar. Muy parecida a una obra sobre antropología, Haley  no describe a un esclavo, sino a un ser libre, orgulloso, inmerso en una cultura rica y llena de hermosos  rituales. Su captura, como la de todos los que sufren el mismo destino, se convierte en una catástrofe personal que los lectores experimentamos  con brutal cercanía. El viaje transatlántico  y la llegada a la América colonial del siglo XVIII son pasajes de horror que Haley narra sin caer en  sensacionalismos. Allí vemos a  Kunta Kinte al ser despojado de su nombre, de su idioma y de su dignidad , un trauma existencial  de millones de afroamericanos y sus descendientes. Hombres que vienen de ser totalmente libres y que de repente se encuentran en jaulas, en paupérrimas condiciones y sometidos a tratos deshumanizantes. Una ruptura total con todo lo que fue su vida, mundo y universo. La resistencia silenciosa de Kunta Kinte ,  sus constantes intentos  de escape y la negativa a aceptar la identidad impuesta son los hilos que tejen su carácter y lo convierten en un héroe trágico. Comparte el mismo destino de nuestro Tío Tom, aunque la forma de enfrentarlo es diametralmente opuesta. No es relevante en esta obra la cuestión  económica o política del sistema, "Raíces" es otra cosa, es una narración más centrada en un enfoque íntimo, familiar  y generacional. Conocemos  a Kunta a través de sus descendientes, Kizzy, Chicken George, Tom, y otros, que al igual que el son esclavos, los hijos de esclavos eran esclavos , aún aquellos que producto de las violaciones de los amos , nacían de negras esclavas, mulatas o cuarteronas. Para Kunta mantener su tradición y el recuerdo de su aldea es imperativo. Crea una  cadena ininterrumpida de memoria, para transmitir de generación en generación, el famoso "La-da-a-da" que Kunta intentaba enseñarles, sin duda un detalle muy conmovedor. Vemos  una familia luchando por mantener su identidad a través de un siglo de cruel opresión. Raíces es un tributo a la resiliencia del espíritu humano, a la capacidad de preservar la memoria cultural incluso cuando los dueños de aquellos cuerpos y almas  intentasen por todos los medios  aniquilar sistemáticamente tales recuerdos. Cuando, finalmente, Alex Haley llega a la aldea de Juffure, y el historiador oral, el Griot, recita el linaje que coincide con la historia de su familia, la novela se convierte en un documental emocionante. Raíces consigue convertir una historia vergonzosa como el tráfico de esclavos , en una historia humana , capaz de inquietar hasta las más profundas fibras de un ser racional. Es el fin de un largo camino.

Como siempre espero que esto sea del agrado de los lectores, si es así o no, siempre estoy abierto a sus comentarios , críticas y sugerencias. Anticipadamente gracias por leer esta pequeña narración.


MACH


martes, 18 de noviembre de 2025

Mis Novelas Distopicas Favoritas



 La verdad es que cuando escribí mi artículo anterior “Leer puede ser divertido” , no tenía idea que tendria la tan buena acogida que tuvo entre los lectores de este su blog. Por mucho esperaba que fuese visto como uno de cualquiera de los otros, con las vistas promedio asociadas a temáticas literarias. Y no es que piense que está temática no es interesante para la mayoría de nuestros visitantes sino que considero que los temas de realidad nacional y política parecieran ser más atractivos que los de literatura, al menos eso he podido constatar al revisar las estadísticas que tienen artículos anteriores sobre las letras. Considerando, repito  , el éxito de “Leer puede ser divertido” , tome la decisión de compartir con mis lectores, las 3 novelas distópicas que a mi juicio , todo aquel que se precie de tener una cultura literaria variopinta, debería leer. De ninguna manera digo que estas son las mejores, sólo las que más me impactaron entre las que he leído,  otras de ellas “Fahrenheit”, “La fuga de Logan”  y “Los Juegos del Hambre” a las que no me referiré hoy.

Escogí estas tres novelas porque a mi entender se complementan de manera casi perfecta entre ellas, aunque fueron escritas por diferentes autores en tiempos diferentes, de hecho con enfoques diferentes. La primera de ellas es “Un Mundo Feliz” escrita por Aldous  Huxley en la que nos advierte sobre la comodidad que llega a anular la libertad. Nuestra segunda novela de la que hablaremos es “1984” , escrita por George Orwell, donde nos muestra un modelo de  cómo el terror  anula la verdad, y la tercera novela  de hoy se trata de “El señor de las moscas” del escritor William Golding , en la que nos lleva a reflexionar sobre la barbarie que anula la razón, algo  inherente a nuestra naturaleza, en esencia lo que los humanos somos. Habiendo advertido de que se trata esto a través de esta pequeña introducción y sin más preámbulos , empecemos.

"Un Mundo Feliz" no es solo una novela, es quizás la más   escalofriante advertencia envuelta en una sátira brillante propia de alguien como Huxley. Lejos de la tiranía visible ,el sufrimiento físico y el control absoluto , la distopía que nos presenta  es mucho más inquietante puesto que describe una sociedad que ha alcanzado la estabilidad perfecta a costa de la humanidad (el ser) , la libertad y, paradójicamente, la felicidad genuina y total. La trama nos imbuye al Estado Mundial, un régimen global donde se ha abolido la familia, la monogamia, la diversidad cultural, el arte, la ciencia pura y la historia, vamos , todo aquello que en esencia creemos que nos hace humanos. En este nuevo orden o sistema político y económico mundial, los humanos ya no nacen, sino que se producen en plantas de incubación, se les modifica genéticamente desde que son embriones,  para pertenecer a una de las cinco clases sociales si así pueden definirse,  los Alfas que serán los intelectuales, pasando por los Beta, Gamma, Delta, hasta llegar a  los Épsilon,  semianalfabetos, la clase más baja de la estructura, creando una perfecta, aunque aterradora, armonía social. Se les condiciona socialmente a través de “refuerzos” hipnopédicos , aprendizaje durante el sueño, que es la herramienta clave para asegurar la armonía social. El protagonista, Bernard Marx, que es un Alfa con problemas de integración, junto con Lenina Crowne, una Beta totalmente conformista, viajan a una Reserva de Salvajes en Nuevo México, un último resquicio donde la gente aún vive como antiguamente se hacía, con azotes como las enfermedades, humanos imperfectos , familia y religión, todos inimaginables en el mundo feliz. En este lugar  encuentran a John, el Salvaje, que es hijo biológico de dos miembros del Mundo Feliz que tuvieron sexo contraviniendo la estructura del nuevo orden, John, quien ha crecido leyendo solo las obras completas de Shakespeare, lo que  se convierte en el choque cultural central de la novela. La narrativa deriva hasta el regreso de John, el salvaje, a Londres, donde sus conceptos de amor, dolor, libertad y literatura han dejado de existir, dejando su lugar a  la superficialidad, el  hedonismo y la conformidad obediente y  forzada de la nueva sociedad. El salvaje desea el derecho a ser infeliz, a sentir dolor, a amar, a tener miedo; en últimas a tener el derecho de ser humano. Si debiéramos encontrar aquí un  mensaje subyacente debiera ser que una  distopía como está  no se logra mediante la tortura ni la fuerza,  sino mediante la seducción. La gente es feliz porque se encuentra gratificada teniendo sus necesidades materiales resueltas, despojados de sufrimientos producto de apegos sentimentales, lo  que garantiza la paz mental ante cualquier atisbo de malestar o duda existencial. Se vive para tres cosas, la primera trabajar en aquello para lo que fuiste creado, lo que te da el derecho a las otras dos , sexo libremente sin ataduras de ningún tipo y las dosis necesarias de una droga que en la historia llamase “soma”. La verdadera amenaza para la libertad no es la opresión, sino la anulación cultural y el control sutil a través del placer. Vale la pena vivir una vida perfecta como esta?

Si "Un Mundo Feliz" es una admonición sobre el control por placer, "1984" , mi segunda distopía favorita de George Orwell , es todo lo contrario,  una advertencia   sobre el control que se logra con  el dolor y el terror , como medios. Quizás la inspiración de Orwell para esta novela tiene que ver con  los temores del totalitarismo, el estalinismo y los sistemas de vigilancia masiva, creando la distopía política por excelencia. La historia transcurre en el superestado de Oceanía, gobernado por el Partido Único y su líder omnipresente, el Gran Hermano, “Big Brother", cuya imagen aparece  en todas partes, omnipresente cual Dios. Winston Smith,es nuestro protagonista principal,  un empleado de menor nivel  en el Ministerio de la Verdad, un Ministerio cuya única  función es reescribir la historia para adecuarla a las necesidades de alienación dispuestas por el gran hermano, borrando de aquella todo lo que no favorece a este todopoderoso líder, falsificando la realidad a conveniencia. Nuestro obrero,consciente de la manipulación, comienza a dudar en secreto y en un acto de rebelión al escribir un diario, un delito imperdonable para el gran hermano. Existen pantallas gigantes en las que , no solo sirven para  transmitir propaganda incesante a favor del sistema , sino que también a través de ellas se vigila cada movimiento y cada expresión facial de todos los vivientes en aquel mundo. La información en manos del partido único  está controlada, hay un nuevo lenguaje, la Neolengua, con el objetivo de reducir el pensamiento a su mínima expresión.La historia alcanza el clímax  cuando Winston se enamora de Julia, una joven pragmática y rebelde que le invita a compartir  una visión de resistencia privada. Juntos, descubren "La Hermandad", según ellos integrada por otros iguales , pero no es más que una trampa preparada por O'Brien, un leal  miembro del círculo interno que se convierte en el villano de la novela. En"1984" reflexionamos sobre la fragilidad de la verdad y como el poder absoluto puede aniquilar con facilidad  al  individuo. No trata solo de la vigilancia , sino de tortura psicológica,  necesaria para erradicar el libre albedrío y el pensamiento independiente. El objetivo final del sistema no es la muerte de los rebeldes sino su reconversión en consonancia con los postulados del nuevo orden. Que todos  renuncien a ser humanos,  ese es el imperativo. Debemos amar el poder totalitario después de negar cualquier realidad objetiva. En este tiempo en que vivimos, 1984 encuentra una renovada vigencia y nos advierte sobre el gran peligro de reescribir la historia y de los sistemas fundamentados en el control de la información. Cualquier parecido con la Internet es pura casualidad. 

Mi tercera novela escogida es “El Señor de las Moscas” escrita por William Golding. Esta distopía de la que algunos piensan que es la mayor distopía social que pueda imaginarse,   aborda un escenario  mucho más íntimo y fundamental porque reside en la propia naturaleza humana. William Golding deconstruye la tesis  de la inocencia de la infancia , trasladandonos a una terrorífica reflexión ,  ¿Qué sucede cuando se elimina la autoridad adulta y las estructuras sociales?

La narrativa es muy sencilla aunque engañosa, tampoco es muy lógica que digamos. Un grupo de escolares viajan en un avión en el que  sufren un accidente aéreo y  quedan varados en una isla desierta, sin supervivientes adultos. Al inicio intentan vivir de acuerdo a lo que los de mayor edad recuerdan de cómo se vive en una sociedad con adultos. Ralph es elegido el líder , quien prioriza la construcción de refugios y, lo más importante, determina mantener encendida una hoguera de señales para su rescate , estableciendo turnos de vigilancia para evitar que la hoguera se apague y eventualmente hacer señales de humo si se detectara una nave pasando por el horizonte visible. Piggy, un niño obeso es el intelectual y el símbolo de la razón y el orden. No obstante rápidamente surge una rama rival cuyo líder es Jack, quien representa el instinto puro, la gratificación inmediata y la sed de poder , por tanto considera que la estrategia de Ralph es errónea. Considera la caza y la aventura más importantes  que el trabajo ordenado  y la sensatez. En un abrir y cerrar de ojos el grupo cae en el abismo de la barbarie. El miedo a una "bestia" imaginaria, en la isla, que termina convirtiéndose en un Dios al que se le ofrecen sacrificios y es el  catalizador que Jack utiliza para tomar el control. Vale aclarar que la bestia no es más que un enorme y gordo jabalí que termina siendo atrapado y cuya cabeza termina clavada en una estaca, este es “El Señor de las Moscas”. El orden pierde su significado. La historia se transforma de un intento de supervivencia a una lucha por la autoridad, donde los rituales tribales, las pinturas de guerra y la crueldad primitiva reemplazan gradualmente la lógica y la moral. Sin justificación los niños empiezan una lucha encarnizada por el poder. Se dividen en apoyo a las dos facciones , llegando hasta el extremo de luchar a muerte. Aquello se asimila mucho a esos experimentos sociales muy de moda en los reallitys de hoy. El clímax es violento, aterrador  y trágico,considerando que se trata de niños y  culmina con la persecución de Ralph y el asesinato de Piggy, marcando el triunfo total de la barbarie sobre la razón. La llegada de un adulto al final de la novela  restablece la "civilización" con su sola presencia. La historia nos recuerda que las reglas, las leyes y la moral pueden desmoronarse rápidamente porque pareciera que los humanos tenemos un  instinto primitivo de dominación para con los mismos de nuestra especie y todos los demás. Es una lectura esencial para entender la psicología del poder y el origen del mal. Definitivamente vale la pena leerla.

Y bien hasta aquí llegaré hoy, y espero que también está entrega tenga tan buena acogida como la anterior. Estimado lector, comentenos sobre que le parece el tema y sobre las obras que usted haya leído. Siempre apreciamos sus comentarios.

MACH. 


El esclavismo una vergüenza aún hoy

  Esta vez he querido escribir sobre dos obras literarias de un peso profundo , que tocan nuestras   fibras más sensibles  como seres humano...