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lunes, 13 de octubre de 2025

El Miedo

Hace unos cinco años tuve la oportunidad de leer el libro “Sapiens.De Animales a Dioses “, escrito por Yuval Noah Harari, un eminente historiador, además escritor israeli, destacado por su forma de abordar la historia humana, la que según él se construyó por las narrativas, los mitos y las creencias compartidas por los grupos sociales. Es gracias al poder imaginativo de narrativas colectivas, según Noah Harari, que las sociedades consiguieron la capacidad de organizarse en torno a objetivos comunes qué al final produjeron el viaje de los sapiens desde el aparecimiento de la especie, hasta nuestros días. Noah Harari , postula en esta excelente obra , que desde el ayer de nuestra especie, hasta el hoy, han existido 3 órdenes o estructuras, a saber, la religión, el imperio y el dinero, que son los principales sistemas que han permitido la cooperación humana a gran escala y, por extensión, han administrado (y a veces justificado) la violencia. Llamó mi atención, poderosamente, la terminología, “administrar la violencia”, ya que por lo menos para mi , era algo nuevo , un enfoque  de la historia de la humanidad, teniendo como postulado central, la violencia.

Recientemente leía otra excelente obra literaria, escrita por Umberto Eco, “ El nombre de la Rosa”, en la cual Jorge de Burgos, un monje benedictino viejo y a la sazón, un poco loco, se a obsesionado por esconder el segundo libro de la Poética de Aristoteles, por considerar que promueve la risa, que mata al miedo, siendo este el mayor sustento de la fe. Y no pude dejar de recordar mi niñez , en cuanto el miedo a los castigos divinos fueron el mejor administrador de mis travesuras. No era tan importante, que el resultado de cualquier acto, fuese una paliza de alto nivel, sino el castigo divino que aquel acto podría provocar. Ah que tiempos aquellos, la fe entraba por el miedo, y creo que sigue siendo igual, de hecho ahora mismo doy fe  que uno de los versículos más repetidas por los creyentes es aquel en que se asegura que “ el principio de la sabiduría es el temor a Dios “.

Si obviamos la parte en la que el humano, es nómada, se traslada de un lugar a otro para sobrevivir con lo que temporalmente va encontrando, y nos concentramos en cuando se vuelve sedentario, podríamos afirmar que en él antes de nuestra raza, talves hubieron brotes de violencia, que no tuvieron mayor significado, ya que no existían estructuras organizacionales, que se pudieran ver afectadas, por hechos aislados, que en últimas no tendrían la capacidad de influir en la vida de la colectividad. Con la llegada del sedentarismo, aparece la agricultura, nace la propiedad privada, y con esta el comercio y el primer sistema económico, el esclavismo. Y es aquí en este momento cuando la violencia, aparece como un problema que amenaza, las , ya ahora si, nuevas estructuras sociales. Ya nada es común, ahora es el esclavista quien es dueño de todo, se establece por tanto una diferencia entre el amo y los esclavos, y aparecen los primeros conatos de rebelión. Es necesario controlar y administrar la violencia que la novedosa organización social y económica trae consigo, y es aquí, donde la religión aparece como primer sistema para administrar aquella. A través de la religión se hacen guerras, se despojan a los más débiles, y se les esclaviza, bajo la premisa, que es la voluntad de Dios. La iglesia en este periodo y los posteriores se vuelve un aliado imprescindible del poder sometedor. Pero nada dura eternamente, y el poder extorsionador de las amenazas del castigo divino, con el tiempo perdió fuerza, lo que obligó a la aparición del siguiente sistema de Noah Harari , para administrar la violencia de la especie. 

El imperio, el poder político, viene a salvar la situación. La inevitable caída y desaparición del esclavismo, siembra la semilla del feudalismo, quien ya no solo se sirve de la iglesia para administrar la violencia a través del miedo al castigo divino, sino que incorpora un nuevo elemento disuasivo, las armas. Quien no tenía miedo de Dios, ahora se enfrentaba a un nuevo temor, a la represión y el castigo humano, a merced de las armas. Mucho tiempo transcurrió, hasta que también está combinación empezó a dar muestras de no ser suficiente, la semilla de la rebelión seguía haciendo ebullición dentro de las mentes de los sapiens, por lo que la inexorable rueda de la historia, giró de nuevo, provocando la llegada del tercer sistema, mencionado por Noah Harari , el dinero.

Con la llegada del capitalismo como sistema económico, aparece el dinero, que se une a la religión y el imperio, para administrar la violencia de los hombres. Ya no es el miedo a Dios, ni a las armas, ahora es una de las ficciones colectivas más poderosas que permite la cooperación efectiva a gran escala entre personas que no se conocen ni confían entre sí, el dinero. Esta capacidad de generar confianza universal dada al dinero, independientemente de la religión y la cultura ha sido fundamental para el desarrollo de sociedades complejas y vastas, sustituyendo la necesidad de coerción y el uso de la fuerza como el principal mecanismo de organización social. Al establecer un medio universal de intercambio de valor, el dinero permite la cooperación pacífica a través del intercambio y el crédito, el dinero (como otros sistemas de creencias compartidas, como los estados o las leyes) funciona como un sustituto de la violencia para organizar la vida humana compleja , siempre apoyado en últimas por el miedo a Dios y las armas.

Es así cómo podemos establecer una relación inextricable entre el camino histórico y la raza humana. Perviven aún los miedos a los castigos divinos, a los pretendidos cambios en las formas de gobernar, en nuestra organización social, y en todas aquellas áreas en las que el pensamiento y los sentimientos de rebeldía, quieran incursionar, sobre todo cuando estas acciones rebeldes amenacen el estado de cosas. Esta es nuestra historia, una historia que hasta hoy sigue siendo moldeada por el miedo, de los tres sistemas al servicio del poder, la religión, el imperio y el dinero. Que le parece?

Déjenos su opinión.

MACH



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