Cronica del Horror e Indefension
Francisco fue detenido en la casa
de su mama, donde el también residía. Los miembros de la policía llegaron por
que la mama de este muchacho, los llamo diciendo que el la había golpeado. El
se encontraba sentado viendo televisión, cuando aparecieron y sin mediar
palabra lo empezaron a golpear. Puñetazos, patadas, golpes con las armas,
seguidamente lo esposaron, y lo tiraron a la paila de una patrulla.
En el camino hacia la posta
policial, le pusieron una capucha, y le repetían que lo iban a matar. Le
quitaron un teléfono celular y 600.00 lempiras que andaba, producto del pago de
la semanita de trabajo.
Luego lo entregaron a la posta del
municipio. Allí le dijeron que se quitara los cordones de los zapatos. Por los
nervios se le dificulto quitárselos, una patada, le ayudo a terminar. El mismo
que le dio la patada, le roció gas en los ojos. Francisco dice que era gas lacrimógeno,
por que ardía como mil demonios.
Lo llevaron a la celda, donde lo
encerraron con otros tantos, uno de ellos desfigurado por la hinchazón, de las
palizas que le dieron los valientes miembros de la policía nacional de
Honduras.
En la noche, los fueron a rociar
de gas de nuevo. No se podía ni respirar dice Francisco. Vomitamos allí adentro,
sentíamos que nos asfixiábamos.
Al siguiente día, la señora
retiro la acusación en contra de Francisco, y salió. Del celular y el dinero
nada.
Hubo que pagar una multa de la cual no hay recibo.
Todo este evento nos muestra
algunas cosas interesantes:
La policía en Honduras puede
detener a quien sea, ilegalmente, sin informarle por que le detienen, sin
informarle sus derechos, y por sobre todo tienen derecho a tortúralo. Lo que la
constitución dice lo tienen escrito en las nalgas, allí les queda cuando la
usan de papel sanitario.
Para la policía de Honduras,
basta un chambre de viejas mentirosas para proceder a detener, golpear y
encarcelar a cualquier hondureño. Claro ellos ignoran que ninguna persona puede
ser detenida sino en virtud de orden de un juez de los tribunales de la
Republica. Ellos, los policías tienen la suficiente capacidad, para determinar
si alguien cometió delito o no. La Constitución, papel sanitario.
La única manera legal de que la policía
preventiva capture a alguien, según dice la ley, es que este en flagrancia
cometiendo el delito, o para evitar que este se cometa. Una vez cometido el
delito, una persona solo puede ser detenida con la orden de una autoridad
competente, un juez. Pero esto se lo meten por allá donde la espalda tiene otro
nombre, y las otras autoridades se hacen los tontos ante esta cadena de
delitos.
La pretendida depuración de la policía,
a los policías no les preocupa. Siguen torturando, robando, violando la ley a
su antojo, sin que nada ni nadie los detenga.
Los organismos de Derechos
Humanos de y en el país, son cómplices de esta barbarie, al desentenderse, son convictos
de omisión.
Y esto que narro, no ocurrió hace
años, fue hace un par de semanas. Francisco se fue de Honduras, abandono
su patria, como un montón más de jóvenes,
que tienen que irse, ante la podredumbre en que vivimos. Y a los que tenemos el
valor de denunciar que esto sigue igual, nos llaman voces disonantes, enemigos
de Honduras y además nuestra vida corre peligro.
Depuración de la policía, pura
payasada. Este cuerpo delincuencial se niega a desaparecer o transformarse, mientras
seguimos viviendo esta crónica del horror.
MACH
28/06/12
Excelente comentario y muy real.
ResponderEliminarLa policia de Honduras es un organo de tortura, extorsion y asalto.
Quien lo niegue no tiene sesos o es rico.
Y aun asi hay quienes creen en depuracion y buenas intenciones.
EliminarSaludos y gracias por el comentario.