Mejor gobernanza con un corrupto al frente
Tiene razón si pensó que el título de este escrito es un disparate. Pero
dejó constancia histórica , que este disparate no ha salido de mi muy poco
dotado cerebro, sino más bien , es una frase pronunciada con palabras más ,
palabras menos por algunos de los brillantes hombres que con sus opiniones
influyen a las de las mayorías hondureñas.
El primer genio que pronuncio
esta frase o algo parecido, fue el abogado Virgilio Padilla, diputado del
Partido Anticorrupción en la legislatura vigente del Congreso Nacional de
Honduras. Refería en una entrevista de hace un par de meses, este dilecto
caballero, que la oposición no debía pedir la renuncia de Juan Hernández,
porque esa renuncia seria lo peor que le pasaría a la gobernabilidad del país.
Justificaba el señor Padilla, que los otros países del mundo desconfiarían de
hacer negocios con un país donde se quitaba el presidente, por corrupto.
Obviamente pareciera que el señor Padilla no se enteró que en el 2009, en Honduras,
se relevó a un presidente, no por corrupto, sino por desafiar al poder
constituido, al querer llevar adelante una consulta al soberano, que es el
pueblo, y que la comunidad internacional más bien fue cómplice de semejante
hecho.
Con la renuncia ayer del presidente de Guatemala, Otto Fernando Pérez,
al que ayer mismo se le envió a la cárcel, acusado de liderar una red de
corrupción aduanera, junto a su vicepresidenta Roxana Baldetti, y las
consecuencias que ese hecho pudiera tener en Honduras, en donde también se
libra una lucha por adecentar las instituciones y terminar con la insultante
corrupción e impunidad , de cierto grupo de bandidos, constituido por
políticos, militares, religiosos, banqueros y algunos mal llamados empresarios,
casi de inmediato, aparecieron en los medios tarifados y no, las gargantas
asalariadas del sistema, para referirse al asunto , y dejar claro cuáles serían
las repercusiones de aquello ocurrido en Guatemala, en esta nuestra desgraciada
patria.
El abogado Raúl Pineda Alvarado, nombrado politólogo y una autoridad
según algunos en estos temas, mantuvo la tesis, que el sistema, envió para ser
difundida y de manera subliminal fijarla en el subconsciente de los hondureños.
Nos dice don Raúl, repitiendo el guion prefabricado al efecto, que pedir la
renuncia de Juan Hernández es pedir imposibles, porque él no conoce que hayan
argumentos suficientes para que ocurra un hecho así. Nos da a conocer que todos
los partidos políticos, reciben dinero sucio en sus campañas, y que no debemos
hacer un mar en contra del Partido
nacional, por una gota que podrían ser los “2 millones” dijo, que Juan
Hernández acepto haber recibido. Justifica y minimiza ese hecho diciendo que la
campaña de Juan Hernández pudo costar de 700 a 900 millones de lempiras, y que
lo que robo, lo mal habido, es un porcentaje muy pequeño, menos del uno por
ciento del total, como nos decían en la facultad, un porcentaje despreciable.
Y don Raúl reafirma lo que más de
diez seudo analistas, repiten todos los días en los medios que cometen el
pecado de ponerles enfrente un micrófono. Para la gobernabilidad del país, nos
dice el señor Pineda Alvarado, lo peor que puede ocurrir es la renuncia de
Hernández, ya que esto provocaría inestabilidad y la comunidad internacional
desconfiaría de un país, donde se obliga a renunciar al presidente,
paradójicamente lo que ha ocurrido en Guatemala. Dice que en Honduras, la
empresa privada, jamás apoyaría, algo así, ya que los “grandes empresarios” han
llegado a ser eso, porque hacen negocios con el gobierno. Y el analista de
altos vuelos, va más allá, y asegura que la solución de los problemas en
Honduras, no pasa por comisiones internacionales contra la impunidad, sino más
bien por deponer el odio que la oposición mantiene en contra de Hernández, y
sentarse a “dialogar” con él para llegar a acuerdos, nada más.
Habiendo ya contado de manera sucinta lo dicho por estos dos personajes
de la política nacional, que prácticamente no tiene diferencia alguna, tomare un tiempo ahora para hacer una paráfrasis
que sea mejor entendible para todos nuestros lectores. Afirman estos dos caballeros,
que para la gobernabilidad del país es mejor tener un corrupto en la presidencial,
que aplicar las leyes y hacer funcionar la institucionalidad. Afirman ellos que
para la comunidad internacional es preferible un corrupto presidente, porque es
más confiable, y que a los inversionistas les es más fácil , invertir con
confianza donde quienes dirigen son corruptos, y que estos inversionistas
dejarían de venir a Honduras , por que verían que en este país , se aplican las
leyes a quien sea, no por lo que sea.
Nos sacan del error de escandalizarnos porque los narcos pongan dinero
en las campañas políticas, eso no es gran cosa, si todos lo hacen, y por tanto
siendo una costumbre aunque sea ilegal, no hay de qué preocuparse. Que si los
políticos se roban el dinero de las instituciones, para las campañas políticas,
mientras lo que roben sean porcentajes menores del total, pues hay que entender
eso, no como un delito. Haciendo jurisprudencia el abogado Pineda Alvarado,
echa por tierra aquel principio legal, que califica el delito por la acción y
no por el monto, robar una manzana es como robarse todo el sembrado, robo al
fin. Para el abogado Pineda es distinto cuando se trata de Juan Hernández, robar
poco, es excusable.
Y para cereza del pastel, el brillante analista nos lleva y coloca en el
punto en donde hasta ahora, han terminado siempre todos los actos de corrupción
cometidos por los políticos y la clase poderosa del país, en dejar de ver atrás
y empezar desde hoy, olvidando todo lo anterior, en el dialogo, en la
negociación, para torcer la ley y dejar impunes a los criminales. Hay que
sentarse y negociar, dice. El dialogo debe ser la forma de resolver que el
Partido Nacional con Juan Hernández a la cabeza haya robado y descalabrado el
IHSS. Hay que abandonar ese odio hacia los corruptos, hay que ignorar, porque
no se tienen evidencias científicas, de que casi 3000 hondureños murieron por
falta de atención en el IHSS, por que el dinero se lo robaron para una campaña
política sucia, e ineficaz, puesto que para lograr el objetivo tuvieron que
echar mano de un fraude monstruoso. Hay que perdonar, borrón y cuenta nueva, he allí la solución.
Esto es lo que nos dicen a través de la mayoría de medios de
comunicación estos brillantes genios, que seamos indecentes, porque esa
indecencia es lo mejor que nos puede pasar. Que no exijamos cumplimiento de la
ley, porque eso es malo, y que nuevamente hay que olvidar el pasado, olvidando
lo que nos han hecho, dando paso al futuro, en donde nos robaran esta vez el
dinero del RAP, y volveremos a empezar el ciclo del perdón de nuevo.
No tiene nada de malo, exigir que se cumpla la ley, que se castigue a
los ladrones. No hay nada de malo en odiar la corrupción, y si la comunidad
internacional prefiere ladrones en el poder de los países, que se vayan al
carajo, en Honduras debemos imitar lo que ocurrió en Guatemala, y debemos
enjuiciar a todos los corruptos, políticos, militares, empresarios y religiosos
sin distinción alguna.
Lo dicho por estos sujetos, no solo es un disparate más, es una estupidez, en la que no debemos
creer.
MACH
04.09.2015
Excelente articulo, felicitaciones.
ResponderEliminarEstos analistas como Juan Ramon Martinez, Raul Pineda Alvarado, Rodrigo Wong Arevalo, creen que seguimos siendo tontos y que creemos en las mismas estupideces que por años nos han dicho. honduras debe ser un pais de gente decente, y no podemos tener un ladron corrupto como presidente.
Saludos.
Gracias por su comentario.
EliminarSaludos.
Los defensores del estado actual de cosas, no necesitan ser contrastados en sus opiniones. Ellos mismos se contrastan con la realidad con cada disparate que sale de sus bocas.
ResponderEliminarSolo un estupido podria creer que para el pais es mas saludable que un ladron sea presidente, a que ese ladron este donde debe estar , en la carcel.
Saludos.
Muy acertado su comentario.
EliminarGracias.