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viernes, 1 de julio de 2022

A quien le importa, es un gran negocio.

 

Una vez más, la muerte de inmigrantes hacinados en un camión en territorio estadounidense, llena las páginas de periódicos, horas y horas de noticieros, foros, programas, reuniones, cumbres y un montón de cosas, en las que se pretende hacernos creer que, para las autoridades, y para el colectivo social, el asunto de los inmigrantes es un problema que se pretende resolver. De igual manera se nos hace creer que la colectividad entera lamenta la desgracia que viven estos seres humanos, quienes en pos de una mejoría económica dejan la seguridad de un terruño con hambre y miseria, para jugar la lotería del sueño americano.

El tráfico de personas es un lucrativo negocio, despojado de cualquier empatía humana, que significa para los involucrados un torrente ilimitado de dinero. Hay varios actores principales que reciben beneficios enormes de este tráfico humano, y desde aquí tratare de ponerlos en un orden salido de mis pensamientos, que no necesariamente debería de ser el mismo orden en el que usted amable lector podría colocarlos. Insisto, es un orden arbitrario, en el que, empezando desde el final, llegare hasta el principio.

Estados Unidos de Norte América es el final de la travesía del inmigrante ilegal. Para este país, la inmigración ilegal es un jugoso negocio, ya que los ilegales abaratan los costos de la mano de obra en los proyectos y actividades en que los contratan, haciendo con eso que las ganancias de sus patronos sean mejores. A menor gasto de operación, mayor utilidad. Por otro lado, es desde este país donde operan las redes de tráfico humano. Es allí donde al llegar un inmigrante, sus familiares deben pagar por el viaje. En otras palabras, más del 70% del costo del viaje se paga en Estados Unidos, y lógicamente este dinero, lavado pasa a engrosar la riqueza de los gringos.

Luego esta la ruta por donde nuestros amigos y familiares deben pasar para acceder por fin al destino final. Por todo el camino y en la ruta misma, es un negocio boyante, ya que cada uno de estos pobres inmigrantes, significa dinero. Negocios legales e ilegales florecen en la ruta. Tiendas, farmacias, ventas de comida, secuestradores, extorsionadores, violadores y toda clase de animales de caza, esperando la llegada de las presas. Nada diferente a las grandes migraciones de animales en África, donde los cocodrilos esperan pacientemente la llegada de los ñus y las cebras para atiborrarse de ellos.

En la ruta también operan sucursales de algunas ONGs que reciben dinero de parte de gobiernos y de donantes de buena fe para que estas, hagan más fácil el viaje, aliviando un poco la desgracia de nuestra gente. Estas ONGs funcionan donde haya oportunidad de conseguir dinero, tienen burocracias dignas de grandes emporios financieros, y su aporte es recibir dinero, cuyo mayor porcentaje se diluye en empleados, viajes, reuniones y más cosas, siendo el porcentaje menor el que va a dar al verdadero objeto, el inmigrante.

Y luego llegamos al origen de la migración. El país. En el caso de Honduras, seguro nada distinto a los otros países que exportan inmigrantes, este fenómeno es un gran negocio. El gobierno de Honduras, a través de las remesas, tiene acceso a miles de millones de dólares, en un país donde nadie produce nada, por tanto, no se exporta nada. Los únicos dólares que llegan a Honduras, son las remesas en primer lugar, el café y la maquila, segundo y tercero respectivamente. Son los dólares de las remesas los que pasan a engrosar las reservas internacionales, tan importantes en la macro economía.

Y los bancos en Honduras, desde que empezó la migración de hondureños a USA, se quedan con una buena tajada de dinero por el tan solo hecho de recibir un numero y traducirlo en lempiras desplumados en una ventanilla de agencia. El superávit financiero de los bancos en Honduras no se debe a su destreza en el manejo de los dineros depositados. Se debe a que reciben jugosos beneficios del dolor y muerte con que los inmigrantes pagan por conseguir para alimentar a sus familias en el país. Los banqueros son “empresarios”, por lo que no cabe hacer diferenciación. Cuando hay que tomar decisiones en el país, los “empresarios”, opinan, No producen, pero tienen derecho a opinar. Los inmigrantes producen, mantienen a flote la economía de este país, pero nadie les pide opinión.

Y por último en la cadena de los que viven del buen negocio, están los familiares. Alguien dirá que son los únicos que tienen derecho a disfrutar de lo que los inmigrantes producen. Solo diré que ellos son parte del negocio y que en un montón de casos en vez de ser un bálsamo para el sufrimiento de los que se van, se convierten en otro clavo que acrecienta el dolor.

Y en los foros televisivos, los miembros del gobierno, y de las ONGs repiten las soluciones que se discutieron hace unos meses, cuando otro grupo de seres humanos, murió de manera horrible en la búsqueda de un sueño, dar de comer a los suyos. El gobierno se ufana de que el avión presidencial sirve para traer los cadáveres. Las ONGs cuentan emocionados cuantas reuniones han hecho, y cuanto han hablado sobre el tema. Nadie propone ni de broma, crear un banco de los inmigrantes, para que las comisiones sobre las remesas, sirvan para que al regreso o sobrevenir una desgracia, estos sufridos compatriotas tengan algo para empezar o terminar según sea el caso. Nadie dice nada de como parar este horror.

Los empresarios y el gobierno muestran como una necesidad, el exigir a Estados Unidos que haga algo, para que no pare el flujo de dinero. No hablan de mejorar las condiciones en nuestro país, de salarios mas justos, de condiciones humanas para todos, eso no. La solución no es parar la inmigración, es más bien promoverla, que mueran unos, lo ven como daño colateral. Algunas cebras mueren en las fauces de los cocodrilos, pero a cambio de eso, las demás cebras viven. Eso si la hipocresía, mensajes de pésame y flagelación publica no puede faltar.

Para los gringos este es un negocio redondo, para los delincuentes igual, para las ONGs una bendición, para nuestros políticos, religiosos, empresarios y gobierno, es el mana que cae del cielo. Son una sarta de hipócritas, a ninguno le importa que mueran, al final es un gran negocio.

Y usted como ve este asunto…

MACH

01.07.2022

martes, 21 de junio de 2022

Lectura Comprensiva

 

Se dice que el ser humano es el único que posee la capacidad de comunicarse y de emprender grandes proyectos comunitarios conjuntos, debido a lo que algunos historiadores llaman el mayor avance en la evolución humana, el desarrollo del lenguaje, que permite comunicarse entre sujetos de la misma especie, de manera clara, correcta y concisa.

Un lenguaje es un sistema ordenado de códigos que pueden ser decodificados y entendidos por todos los miembros involucrados en cualquier proceso de comunicación. En la práctica existen 3 tipos de lenguaje, a saber: Lenguaje Oral, Lenguaje Escrito y Lenguaje Kinésico. Todos los demás son variaciones o combinaciones de estos tres.

Una definición practica de lo que es la comunicación, podría ser la siguiente: “… es la acción consciente de intercambiar información entre dos o más participantes con el fin de transmitir o recibir información u opiniones distintas”. Para que exista comunicación al menos deben existir 3 elementos básicos. Debe haber un Emisor, Un Receptor y un mensaje. La forma en que se lleva a cabo el proceso es muy simple. El emisor envía un mensaje codificado, el receptor recibe el mensaje y lo decodifica de manera de poder acceder a la información contenida en el mensaje.

Oír no es lo mismo que escuchar. Oír es la acción de percibir los sonidos o lo que alguien dice con el oído. Oír consiste en la capacidad sensorial que tenemos para captar un sonido. Es una acción involuntaria donde para poder oír solo necesitamos que el sonido llegue a nuestros oídos y proceder a decodificarlo para que sea asimilable. Escuchar es un acto totalmente voluntario y debe haber una intención por parte del receptor. Escuchar es comprender por parte del receptor lo que el emisor está trasmitiendo. Escuchar es algo que va más allá de la simple decodificación. Esta acción permite preguntar, participar e integrarse dentro de la conversación o de la acción en sí misma. Oír es un acto meramente informativo, escuchar es comprender la información que se recibe, con sus implicaciones implícitas y explicitas.

Algo similar a oír y escuchar, es leer y comprender. Leer es únicamente ser capaz de decodificar un texto, recibido codificado en un código conocido. Leer es un acto meramente informativo sin ir más allá. “La comprensión lectora es la capacidad para entender lo que se lee, tanto en referencia al significado de las palabras que forman un texto, como con respecto a la comprensión global del texto mismo.” Comprender es poder asimilar la idea principal en el mensaje escrito, y las ideas secundarias. Es poder discernir, no si el que escribe tiene o no la razón, sino mas bien si uno mismo está de acuerdo o no con lo expresado por el emisor del mensaje.

En nuestro medio, el acto de leer  no goza de mucha popularidad. La mayoría de nosotros vemos la lectura como un castigo. Esto puede deberse a que nunca pudimos aprender la segunda parte del proceso, comprender lo que se lee. Los que tienen comprensión lectora, son poquísimos y las personas prefieren que sean estos los que nos iluminen diciéndonos cual es la idea implícita en el mensaje. Eso nos hace ser muy, pero muy sensibles ante aquellos mensajes que no entendemos, y esa es la mayoría.

Recibimos un mensaje y de inmediato nos ponemos a la defensiva y empezamos a atacar al emisor del mensaje, para descalificarlo, por que como no comprendemos el mensaje, es más fácil atacar al mensajero. Común escuchar la frase “no me hable de política, los políticos no me dan de comer”. Esa frase no, es más, que decir, “yo no puedo hablar de política, porque no comprendo cómo funciona eso”. Otra actitud común de las personas es personalizar como si el emisor tuviera algo personal en contra de ellos. Es común escuchar “yo no soy lo que ese dice, yo no estoy dentro de ese saco”.

Es común para quienes escribimos el uso de una figura retorica llamada sinécdoque, que consiste en referirse a una situación usando una parte para significar el todo o el todo para significar una parte. Así usted escuchara o leerá por allí, que se diga el “gobierno de Tegucigalpa”. No hay un gobierno de Tegucigalpa, aquí se interpreta que la parte es Tegucigalpa y el todo es Honduras. Otro ejemplo es decir “llueve sobre  Honduras”. Aquí el todo es Honduras y la parte será aquellos lugares en que llueve.

Digo esto porque entendemos que, al generalizar, siempre habrá unos que no caigan dentro de esa definición. Tal es el caso al decir que Honduras es un país pobre y aparezcan los diputados nacionalistas molestos por que ellos no caen dentro de esa categoría. Pero es lo común. Si escribimos que somos un país de analfabetos, estamos diciendo que en mayoría es asi, aunque entendemos que no todos lo somos. Cuando en nuestro articulo anterior dijimos que los ancianos somos una carga económica, sabíamos que hay algunos que no lo son, ya sea por que acumularon mucho para su vejez y no dependen económicamente de nadie, o por que se ganaron la lotería y no malgastaron su dinero. Pero afirmo que, si alguien no subsiste por sus propios medios, es una carga económica para alguien. Ojalá tuviéramos comprensión lectora, y así sacáramos mejor partido de este tipo de discusiones.

Gracias por leernos, déjenos su opinión.

MACH

21.06.2022

 

PD. Hoy conocí a un padre cuyo hijo seguramente al otro lado del teléfono, pensaba, “porque no se muere”.

lunes, 20 de junio de 2022

Una Carga

 

No tuve la suerte de escuchar de la voz de la señora Xiomara Castro, la opinión que le adjudico la matriz mediática noticiosa, uno de estos días, de haber dicho que, en nuestro país, los viejos son una “carga económica”. Por tanto, dejo claro que lo siguiente en este articulo tratara sobre mi opinión, asumiendo que esa aseveración, fue dicha por la señora Castro Sarmiento ya que me parece interesante colocar en el tapete de la discusión los alcances de esta opinión aun si no fue dicha por la presidenta.

Por principio vale decir que a sido mucha mi sorpresa cuando veo a través de noticieros y redes sociales, la terrible alergia provocada por una frase, que sencillamente es una verdad tan grande como un portaaviones y a la que en nuestro país estamos sobradamente acostumbrados. La sabiduría popular esgrime que “por la verdad murió Cristo” y doña Xiomara hoy lo aprendió en propio cuerpo.

Una carga económica, no es más que un desembolso que se hace para un ente cualquiera que no produce lo suficientes recursos para autosostenerse, siquiera. De allí que las entidades que no generan recursos para su propia subsistencia, son cargas económicas, que de manera ineludible causan perjuicios económicos a otros miembros del entorno donde se desenvuelven. El gobierno es un ejemplo de carga económica, toda vez que no produce ningún recurso económico para sostenerse, y todos sus recursos los obtiene vía castigo a aquellos que, si producen, léase vía impuestos.

El mismo análisis anterior es válido para un ciudadano, una persona que ya alcanzo la tercera edad, o que por la razón que sea ya no puede formar parte del sector productivo. En nuestro país, si se tienen 40 años ya se es viejo. Y ser viejo es sinónimo de inútil. La cantidad de mayores de 40 años incorporados al sector productivo formal, podrían contarse con pocos números. Y mayores de 65 años seria tanto como encontrar una aguja en un pajar.

Así las cosas, una buena parte de los mayores de 40 años y menores de 60 años tienen un chiringuito (pequeño negocio de subsistencia) con el que consiguen los recursos que si o si deberán ser suficientes para subsistir. En los mayores de 60 años, la proporción cambia y son muchos los que o viven al lado de sus familias sin producir absolutamente nada, o deambulan por las calles, viviendo de recoger botellas PET , barriendo aceras y calles, o sencillamente viviendo de lo que se consigue.

En Honduras los viejos, somos inútiles, estorbos, molestos y si, una carga. Esa es la concepción que existe y punto. No hay que ser hipócritas. Todos los días vemos que los viejos estamos solos por el desprecio de nuestros hijos y nietos. Y si no es así, cual es la razón entonces de que haya tantos ancianos mendigando, aun con todo el desprecio que reciben, para dar de comer a aquellos que les desprecian.

Es usual escuchar a los jóvenes, reírse de los mayores de edad como algo inservible. “Ya viene a opinar”, “Porque no se calla”, “De todo sabe, de todo opina”, “Porque no se muere”, “No haga eso, usted ya no esta para eso” y usted puede sumar las frases que se escuchan para referirse a los ancianos. Exactamente somos una carga. Y no solo en Honduras pasa esto. Es a nivel mundial. Que se pinte como se pinte, no cambia el fondo de este retrato. Es igual como si dijéramos que los enfermos terminales son una carga. Claro que lo son y hay que aceptarlo.

Los viejos no producimos, nos enferma todo, y por sobre todas las cosas vivimos deprimidos al ver que todo aquello por lo que trabajamos toda nuestra vida, no sirvió siquiera para darnos una vejez digna, porque ahora y muy especialmente en nuestro país, los hijos y los nietos jóvenes son los dueños de lo que los padres acumularon, y como somos una carga inútil, nos despojan hasta del derecho a decidir que hacer con lo nuestro y con nuestra vida.

Los que no me crean que se den una cruzada por las calles de las principales ciudades, y verán a ancianos mendigando. Vayan a los asilos y pregunten a los viejitos cuando los visitaron sus hijos la última vez. O pregunten a los amigos mayores de edad ya, como van las cosas. Es escalofriante la soledad en la que los mayores de 60 años viven. Seguro yo se de esto porque yo estoy en esa franja de edad. Que no a todos nos pasa, es cierto. Pero si pasa a la mayoría, aunque públicamente digamos estar orgullosos de la forma que nos tratan nuestros “seres queridos”.

Y corremos a cortarnos las venas, y a flagelarnos porque la señora presidenta tuvo el valor de decir las cosas como son, es el clímax de la hipocresía. Y todavía más, culpar a los políticos porque los viejos seamos una carga, me parece ofensivo a la inteligencia. Ningún gobierno es responsable de las actitudes de la sociedad hacia los problemas que le atañen. Es el sistema el responsable, y la sociedad por no cambiarlo. Y no me voy a detener para opinar sobre que sistema es bueno y cual no. Solo diré, que en un país en el que las calles están preñadas de niños, mujeres y ancianos mendigando, es imposible pensar que no son una carga. Son una carga por la falta de oportunidades, o lo que es lo mismo, porque no hay para estas personas la oportunidad de hacer algo que permita que generen su mínimo de subsistencia, como humanos hasta que la muerte haga lo suyo.

Solo hay que ser mas humanos y menos hipócritas. Dejemos de culpar a los demás de nuestros propios errores. Estoy totalmente de acuerdo, los ciudadanos de la tercera edad somos una carga. Que se puede o debe hacer es harina de otro costal.

¿Está de acuerdo conmigo, o a usted también le dio alergia?

 

MACH

20.06.22

sábado, 21 de mayo de 2022

Desarrollo, Tecnología e Inteligencia Artificial.

 

Palabras de moda, que sin duda alguna deberíamos abordar desde la perspectiva de los augurios, ya buenos o malos para la raza humana, y de los cuales en mayoría no se habla. El desarrollo concebido desde las mayorías, consiste en mejores estándares de vida, léase con menos esfuerzo ya sea físico o mental. Se llama desarrollado aquel país, con mejores carreteras, sistemas de salud y educación, con ingresos percapitas mayores, que permiten a sus ciudadanos vivir, con una serie de comodidades que son impensables para los menos “desarrollados”.

La tecnología, para la mayor parte de la población, son los medios, merced a los que se alcanzan esas mayores comodidades. Para la mayoría de personas, es tecnología el ultimo modelo de cualquier cosa que evite un esfuerzo que ayer hacíamos. Y la inteligencia artificial para la mayor parte de las personas, no tiene ni siquiera una definición, toda vez que es un termino del que no se habla mucho en los coloquios barriales y mas que nada por la tendencia que tenemos en mayoría, a no saber mucho para no complicar nuestra existencia.

No existe una única definición formal del desarrollo, sin embargo, incluiré aquí una que me parece muy parecida a lo que pensamos el común de los mortales. “Desarrollar es el proceso por el cual una comunidad progresa y crece económica, social, cultural o políticamente. Desde sus inicios, las teorías relacionadas con el desarrollo se interesaron por los procesos de enriquecimiento material, es decir, por el incremento del volumen de producción de bienes y servicios”. A mayor producción de bienes y servicios, y enriquecimiento, más desarrollo.

La Tecnología podría definirse como “la suma de técnicas, habilidades, métodos y procesos utilizados en la producción de bienes o servicios o en el logro de objetivos, como la investigación científica. La tecnología puede ser el conocimiento de técnicas, procesos y similares para alcanzar estándares superiores de desarrollo”. Es decir, sin la tecnología, el desarrollo concebido desde la definición anterior, no se puede alcanzar. A mayor tecnología, mayor desarrollo, sin tecnología no existe desarrollo.

En términos comprensibles, inteligencia artificial (IA) se refiere a sistemas informáticos o máquinas que imitan la inteligencia humana para realizar tareas y pueden mejorar iterativamente mediante el aprendizaje a partir de la información a la que tienen acceso. Acá debo aclarar primero, que la inteligencia artificial es una forma de tecnología y resultado de ella misma. Y en segundo lugar que no es lo mismo la automatización a través de la robótica que la inteligencia artificial. La inteligencia artificial trata mucho más sobre el proceso y la capacidad de pensar y aprender y el análisis de datos que sobre cualquier formato o función en particular.

La inteligencia artificial es diferente de la automatización de robots basada en hardware. En lugar de automatizar tareas manuales, la inteligencia artificial realiza tareas computarizadas frecuentes de alto volumen de manera confiable y sin tener que sufrir de los achaques propios de los seres humanos y sus curvas de rendimiento. Un robot puede realizar una tarea específica para la cual se le haya programado, sin embargo, es incapaz de resolver cualquier problema fuera de su ámbito de programación. Por el contrario, la inteligencia artificial, se fundamenta en la creación de algoritmos capaces de aprender, de forma que pueda resolver algunos problemas, imitando la manera como lo haría un humano.

Sin que nos percatemos la inteligencia artificial ya forma parte de nuestras vidas, y sin saberlo nosotros, nos hace día con día más dependientes de la tecnología, para alcanzar desarrollo. Los teléfonos móviles son un buen ejemplo de esto. Poderosos algoritmos son capaces de predecir la próxima palabra que escribiremos y nos la sugiere. Aprende de nosotros, y sin siquiera saberlo nos empuja a un lugar no muy deseable, la obsolescencia programada. La famosa red 5G, el internet de las cosas, es otro ejemplo de cómo la inteligencia artificial, avanza sustituyendo la inteligencia humana. Pronto nuestros aparatos aprenderán de nuestros comportamientos y harán que pensar, y tomar decisiones, sea innecesario para el mas simple de los mortales, quien alcanzara mayor comodidad por tanto vivirá en un mundo más desarrollado, y sin saberlo un poco más innecesario, más obsoleto.

Por allí encontré esta interesante definición, “la obsolescencia programada u obsolescencia planificada es la determinación o programación del fin de la vida útil de un producto, de modo que, tras un período de tiempo calculado de antemano por el fabricante o por la empresa durante la fase de diseño del mismo, éste se torne obsoleto, no funcional, inútil o inservible por diversos procedimientos, por ejemplo por falta de repuestos, induciendo a los consumidores a la compra de un nuevo producto que lo sustituya”.

En otras palabras, cuando por fin se logre que los algoritmos aprendan y piensen, de manera que sean capaces de replicarse, corregirse y crearse a si mismos, la inteligencia humana, ya no será necesaria, puesto que las maquinas serán capaces de hacer aquello que hasta ahora a sido reservado solo para los humanos, aprender, pensar y crear, lo que tendrá como principal resultado la obsolescencia humana. Este es el camino que el desarrollo a trazado para la especie. Suena a disparate.

Denos su opinión…

 

MACH

21.05.2022

lunes, 16 de mayo de 2022

Comunicadores Sociales.

 

En Honduras un comunicador social es una persona, con un teléfono móvil al que en algunos casos adaptan un micrófono, que por decisión propia o por invitación de otros, que se dedica a ejercer algunas funciones que bien podrían recaer en el campo del periodismo propiamente dicho. En mayoría son personas cuya educación académica es muy poca, con muy pocos conocimientos generales y con un léxico muy pobre. Su capacidad de análisis, por lo tanto, es sumamente limitada y en general cuando incursionan en el ámbito de la discusión, terminan atrapados en una maraña de incoherencias que ellos mismos arman para hacerse ver como conocedores de los temas que se tratan.

Entiendo que la falta de oportunidades y las necesidades insatisfechas empujan a los seres humanos a buscar y encontrar formas de subsistir, desempeñando aquellas labores, aun cuando se sabe no tener los conocimientos propios de ese quehacer. Así las cosas, nos encontramos con estos ciudadanos, que en el mejor de los casos laboran como reporteros de algún canal de televisión o radio de índole nacional. La mayoría de estos comunicadores, inician su camino con una pagina en redes sociales, y ascienden a veces a trabajar como presentadores en canales de televisión locales, de los que funcionan a través de las empresas que comercializan televisión por cable.

Los medios de comunicación grandes no recurren a estos personajes, excepto para reportes esporádicos desde comunidades remotas. Las ciudades desarrolladas tienen sus canales satelitales, y su personal en general está compuesto por periodistas graduados, algunos con carreras prolíficas en la televisión y/o radio nacional, y hasta internacional. Tegucigalpa, San Pedro Sula, El Progreso, La Ceiba y Choluteca son ejemplos de esto.

Decía mi maestro de español en la UNAH que el desarrollo de un país puede medirse por el desarrollo de los medios de comunicación. Esa es una verdad irrefutable, Sin embargo, quiero agregar que hoy estoy plenamente seguro que el factor mas importante de esa ecuación, no es el medio, sino quien labora en él. La labor de alguien que esta frente a una cámara o un micrófono, debe ser informar, educar y formar opinión. Para informar se debería ser consecuente con principios básicos como la verdad y la honestidad, para educar lo primero que habría que tener son conocimientos básicos siquiera, de las técnicas usadas en la dinámica expositiva oral, tales como la entrevista, el debate y la mesa redonda por mencionar algunos. Un léxico, suficiente, para poder comprender e interactuar con los demás participantes. Poseer conocimientos al menos generales sobre el tema que se esta tratando, y por sobre todas las cosas, si nuestro comunicador es el moderador, del evento, tener muy claro que un buen moderador jamás aporta sus criterios, deja que los invitados lo hagan, y que un buen entrevistador jamás sugiere al entrevistado la respuesta a la pregunta. Formar opinión al momento de resumir lo dicho en el evento agregando toques personales de criterio conocedor del tema.

Pero aun en los medios llamados corporativos, es muy difícil encontrar estas cualidades, Algunos presentadores no dejan hablar a los invitados y los confrontan si la opinión de aquel, no pega con la propia,  usan palabras que no encajan con la idea que intentan transmitir, imagino que creen que, en el país con la peor educación académica formal, nadie se tomara la molestia de investigar el significado de la palabra en cuestión. Y si eso pasa donde están los universitarios, imagine usted lo que ocurre cuando el presentador apenas si consiguió un bachillerato por madurez o por radio, un bachillerato que acredita conocimientos talvez equivalentes a los de un séptimo grado en una escuela de alto rendimiento académico. Algunos comunicadores hasta se duermen frente a la cámara, aburridos por que ni ellos mismos entienden de lo que hablan. Pero hay que hacerlo, de allí sale para las habichuelas.

Y los periodistas de escuela, como los comunicadores sociales, están limitados por la línea oficial del medio, de allí que el periodismo nuestro, no lo determina, ni la verdad, ni la información ni la academia, la determina el dueño del medio quien decide que se informa y que no, y además las opiniones de todos aquellos que salgan por ese medio. Y para remate nuestros periodistas y comunicadores dependen para comer de lo que consiguen por entrevistar a este o aquel, que para mantenerse vigente, está dispuesto a pagar por ser tomado en cuenta. En general si no paga, su opinión no importa. Es cuestión de comer, una necesidad biológica, nada más. Algunos de estos se molestan cuando se les reclama que en Honduras con honrosas excepciones el periodismo de investigación, no existe, y las pocas veces que se a conocido de una investigación periodística, en general estas son sesgadas contra los adversarios del medio o su línea editorial o política. En otras palabras, la investigación es dirigida contra mis enemigos, nunca contra mis amigos.

Un comunicador social es aquel que tiene una capacidad suficiente para emitir y transmitir a los demás, opiniones sobre temas de interés, para conectar con la gente y para que las personas se identifiquen con la opinión del comunicador. Se definen como las personas que se dedican a transmitir eficientemente el mensaje sobre un hecho verdadero  a un público objetivo a través de determinados medios. Algunos dicen que el comunicador social es quien hace la labor social de informar y convencer por cualquier medio masivo de comunicación. En nuestro país, casi ninguno encaja en esta definición, por lo cual, como una consecuencia lógica, somos el país menos desarrollado de toda América.

Y lo cruel de este asunto es que no parece importar a nadie, el hecho de la pésima influencia que los comunicadores sociales sin formación alguna, desempeñan para un pueblo analfabeto, que lo que menos necesita son ideas erróneas, monstros y cualquier clase de inventos salidos de mentes inconscientes que les parece que emitir opiniones irresponsables sobre temas que no se conocen, es algo intrascendente, Ojalá pudiéramos entender, aunque fuera esto.

Y usted que opina…

 

MACH

16.05.2022

jueves, 5 de mayo de 2022

De saberes sabidos hasta ignorancias ignoradas.

 

La musa aparece cuando menos uno se lo espera. Hace mucho tiempo ya, no encontraba esa inspiración necesaria para escribir sobre algún tema. Anoche ocurrió ese fenómeno, mientras leía, un poco tarde ya de la noche, el fantástico libro, “Un Universo de la Nada”, escrito por el físico Lawrence M. Krauss. Sin embargo, la inspiración para escribir sobre esto no vino meramente de lo escrito por Krauss, sino mas bien por una cita que se menciona al inicio de lo que podría ser el segundo capítulo, atribuido a Donald Rumsfeld, asumo, el secretario de defensa de los Estados Unidos de Norte América, en los mandatos de Gerald Ford y de George W. Bush. La cita en cuestión dice:

Hay saberes sabidos: son cosas que sabemos que sabemos. Hay ignorancias sabidas. Vale decir, cosas que sabemos que ignoramos. Pero también hay ignorancias ignoradas: son cosas que ignoramos que ignoramos. DONALD RUMSFELD

Leer esta frase me coloco en el punto donde quise extrapolar el contenido de ella, a las personas que conozco y a su comportamiento, con respecto al saber y al ignorar. Así las cosas, podríamos establecer una clasificación arbitraria, donde todas las personas, pudieran ser asociadas a una de estas categorías.

La primera categoría, la de los “saberes sabidos”, es aquella donde se ubican la mayoría de las personas. El tamaño del universo de estas personas, es muy pequeño. Creen saber todo lo necesario, y tener todas las respuestas sobre ese saber necesario. Hay sectas religiosas ´por ejemplo que exigen a sus adeptos, únicamente encontrar respuestas en aquello que la misma religión provee, de manera que lo que esta fuera de ese universo pequeño de saber, debe ser ignorado en cuanto no es necesario ni básico para la existencia. Habrá que decir que estos “sabios”, disfrutan de todos los adelantos tecnológicos que por razón de quienes no piensan como ellos, están disponibles en la forma actual de vida. Los tontos también son parte de esta categoría, y no me detendré a explicar por que razones. Solo diré que quien cree que ya sabe todo lo que necesita, y tiene todas las respuestas que necesita, es un tonto. Lastimosamente en esta categoría esta la mayor parte de los habitantes del planeta.

En la segunda categoría, la de las “ignorancias sabidas”, están las personas, que reconocen que hay mucho por saber, pero que prefieren ignorar esas cosas, como una forma de llevar una vida sin muchas complicaciones. Ignoramos cosas elementales, las que podríamos conocer, sin embargo, preferimos, seguirlas ignorando, de repente por que creemos que saber de esas cosas ignoradas, no tendría una contribución real en nuestro estilo de vida, que en ultimas es lo que nos interesa. Porque enfría los alimentos el refrigerador, sabemos que lo hace, pero decidimos ignorar como. Y de esta misma forma, todo lo que nos rodea, existe y está allí para saber sobre ello, pero estas personas, las de la segunda categoría, eligen pasar de alto las “ignorancias sabidas”. La segunda cantidad mayor de personas están agrupadas aquí.

En la tercera categoría, la de “las ignorancias ignoradas”, cosas que existen y que ignoramos que existen. Podría decirse que tenemos la percepción que existen, pero no podemos decir que son, como son, y cual es su función. En esta categoría un numero reducido de personas, que, gracias a su ignorancia, han sido los moldeadores del mundo en que vivimos. Son estas personas, seres humanos a los que ninguna respuesta les satisface tanto como para no pensar que después de esa respuesta, quedan muchas mas preguntas, que hay que responder. Nuestro viaje histórico, nos trae desde que el planeta estaba soportado por un Atlas, luego unos elefantes, unas tortugas, el sistema geocéntrico de Ptolomeo, el sistema heliocéntrico, y hasta 1914 aún se creía que el universo era la Vía Láctea, la única galaxia, en la que lógicamente estamos incluidos nosotros con nuestro pequeño planeta.

Y fue un ignorante de la talla de Edwin Hubble, quien a través de sus estudios sobre las cefeidas y un par de deducciones más,  quien nos revelo que la Vía Láctea no es el universo, sino que es una, entre 100000 millones de galaxias, que forman parte del universo visible, lo que significa que el número podría ser mayor si consideramos que aun no hemos explorado a través de los telescopios, los confines del universo. Y fueron Aristóteles, Platón, Arquímedes, Pitágoras, Descartes, Kepler, Bernoulli, Newton, Hubble, Einstein, Tesla, Marie Curie, Darwin, Dawkins,Hawking, estos sujetos que, en su terrible ignorancia, reconociendo que hay mucho mas por saber, siempre lo hay, los que se negaron a aceptar como respuesta final, cualquiera respuesta que apareciera. No aceptaron que las tortugas sostienen el planeta y  siempre comprendieron que hay muchas cosas que ignoramos aun sin saber que es lo que ignoramos.

Hoy en día, las cosas siguen igual, las mayorías tienen todas las respuestas que necesitan, una parte significativa, entiende que hay mas respuestas, pero no están interesados en conocer esas respuestas, y menos aún ir más allá de ellas y una pequeñísima parte de los habitantes del planeta, nos cuestionamos todos los días, sobre las infinitas preguntas sin respuesta que envuelve nuestra existencia. La verdad que debe ser muy cómodo saberlo todo. La tarea de la física no es inventar cosas que no podemos ver para explicar las cosas que podemos ver, sino comprender cómo se puede ver lo que no podemos ver; ver lo que antes era invisible, las «ignorancias sabidas»

 

¿Y usted en que categoría se encuentra?

 

MACH

05.05.2022

Cosas que fueron importantes.

  Crecí en una pequeña aldea, un lugar rural, a una distancia de unos 5 kilómetros de la ciudad más cercana, pequeña también, y a unos 25 ki...