A quien le importa, es un gran negocio.
Una
vez más, la muerte de inmigrantes hacinados en un camión en territorio
estadounidense, llena las páginas de periódicos, horas y horas de noticieros,
foros, programas, reuniones, cumbres y un montón de cosas, en las que se
pretende hacernos creer que, para las autoridades, y para el colectivo social,
el asunto de los inmigrantes es un problema que se pretende resolver. De igual
manera se nos hace creer que la colectividad entera lamenta la desgracia que
viven estos seres humanos, quienes en pos de una mejoría económica dejan la
seguridad de un terruño con hambre y miseria, para jugar la lotería del sueño
americano.
El
tráfico de personas es un lucrativo negocio, despojado de cualquier empatía
humana, que significa para los involucrados un torrente ilimitado de dinero.
Hay varios actores principales que reciben beneficios enormes de este tráfico
humano, y desde aquí tratare de ponerlos en un orden salido de mis
pensamientos, que no necesariamente debería de ser el mismo orden en el que
usted amable lector podría colocarlos. Insisto, es un orden arbitrario, en el
que, empezando desde el final, llegare hasta el principio.
Estados
Unidos de Norte América es el final de la travesía del inmigrante ilegal. Para
este país, la inmigración ilegal es un jugoso negocio, ya que los ilegales
abaratan los costos de la mano de obra en los proyectos y actividades en que
los contratan, haciendo con eso que las ganancias de sus patronos sean mejores.
A menor gasto de operación, mayor utilidad. Por otro lado, es desde este país
donde operan las redes de tráfico humano. Es allí donde al llegar un
inmigrante, sus familiares deben pagar por el viaje. En otras palabras, más del
70% del costo del viaje se paga en Estados Unidos, y lógicamente este dinero,
lavado pasa a engrosar la riqueza de los gringos.
Luego
esta la ruta por donde nuestros amigos y familiares deben pasar para acceder
por fin al destino final. Por todo el camino y en la ruta misma, es un negocio boyante,
ya que cada uno de estos pobres inmigrantes, significa dinero. Negocios legales
e ilegales florecen en la ruta. Tiendas, farmacias, ventas de comida,
secuestradores, extorsionadores, violadores y toda clase de animales de caza,
esperando la llegada de las presas. Nada diferente a las grandes migraciones de
animales en África, donde los cocodrilos esperan pacientemente la llegada de
los ñus y las cebras para atiborrarse de ellos.
En
la ruta también operan sucursales de algunas ONGs que reciben dinero de parte
de gobiernos y de donantes de buena fe para que estas, hagan más fácil el
viaje, aliviando un poco la desgracia de nuestra gente. Estas ONGs funcionan
donde haya oportunidad de conseguir dinero, tienen burocracias dignas de
grandes emporios financieros, y su aporte es recibir dinero, cuyo mayor
porcentaje se diluye en empleados, viajes, reuniones y más cosas, siendo el
porcentaje menor el que va a dar al verdadero objeto, el inmigrante.
Y
luego llegamos al origen de la migración. El país. En el caso de Honduras,
seguro nada distinto a los otros países que exportan inmigrantes, este fenómeno
es un gran negocio. El gobierno de Honduras, a través de las remesas, tiene
acceso a miles de millones de dólares, en un país donde nadie produce nada, por
tanto, no se exporta nada. Los únicos dólares que llegan a Honduras, son las
remesas en primer lugar, el café y la maquila, segundo y tercero
respectivamente. Son los dólares de las remesas los que pasan a engrosar las
reservas internacionales, tan importantes en la macro economía.
Y
los bancos en Honduras, desde que empezó la migración de hondureños a USA, se
quedan con una buena tajada de dinero por el tan solo hecho de recibir un
numero y traducirlo en lempiras desplumados en una ventanilla de agencia. El
superávit financiero de los bancos en Honduras no se debe a su destreza en el
manejo de los dineros depositados. Se debe a que reciben jugosos beneficios del
dolor y muerte con que los inmigrantes pagan por conseguir para alimentar a sus
familias en el país. Los banqueros son “empresarios”, por lo que no cabe hacer
diferenciación. Cuando hay que tomar decisiones en el país, los “empresarios”,
opinan, No producen, pero tienen derecho a opinar. Los inmigrantes producen,
mantienen a flote la economía de este país, pero nadie les pide opinión.
Y
por último en la cadena de los que viven del buen negocio, están los
familiares. Alguien dirá que son los únicos que tienen derecho a disfrutar de
lo que los inmigrantes producen. Solo diré que ellos son parte del negocio y
que en un montón de casos en vez de ser un bálsamo para el sufrimiento de los
que se van, se convierten en otro clavo que acrecienta el dolor.
Y
en los foros televisivos, los miembros del gobierno, y de las ONGs repiten las
soluciones que se discutieron hace unos meses, cuando otro grupo de seres
humanos, murió de manera horrible en la búsqueda de un sueño, dar de comer a
los suyos. El gobierno se ufana de que el avión presidencial sirve para traer
los cadáveres. Las ONGs cuentan emocionados cuantas reuniones han hecho, y
cuanto han hablado sobre el tema. Nadie propone ni de broma, crear un banco de
los inmigrantes, para que las comisiones sobre las remesas, sirvan para que al
regreso o sobrevenir una desgracia, estos sufridos compatriotas tengan algo
para empezar o terminar según sea el caso. Nadie dice nada de como parar este
horror.
Los
empresarios y el gobierno muestran como una necesidad, el exigir a Estados
Unidos que haga algo, para que no pare el flujo de dinero. No hablan de mejorar
las condiciones en nuestro país, de salarios mas justos, de condiciones humanas
para todos, eso no. La solución no es parar la inmigración, es más bien
promoverla, que mueran unos, lo ven como daño colateral. Algunas cebras mueren
en las fauces de los cocodrilos, pero a cambio de eso, las demás cebras viven.
Eso si la hipocresía, mensajes de pésame y flagelación publica no puede faltar.
Para
los gringos este es un negocio redondo, para los delincuentes igual, para las
ONGs una bendición, para nuestros políticos, religiosos, empresarios y
gobierno, es el mana que cae del cielo. Son una sarta de hipócritas, a ninguno
le importa que mueran, al final es un gran negocio.
Y
usted como ve este asunto…
MACH
01.07.2022
Muy duro como lo escribe pero es la pura verdad. Ya mañana dejara de ser noticia y todo seguira igual. Lastima que seamos tan inhumanos.
ResponderEliminarGracias por comentar
EliminarLo unico qie importa es el billete. los de las funerarias tambien estan en el negocio.
ResponderEliminarGracias por comentar
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