El Divo de Lempira y el ridiculo en la cumbre.

Hablar de una cosa de estas, a cualquiera hondureño decente le llenara de vergüenza, en lo particular a mí también. Sin embargo entiendo que es importante darle al lector una alternativa distinta a la que el oficialismo mediático le da, o a la que dejaron de darle ya que también parece que les avergüenza.
Se puede llegar a un lugar y no ser el centro de atención, por ser discreto, por no ser mediático, o porque  en el momento hay otros actores que son el centro de atención. Esto no tiene nada de nuevo
.
Cuando en Honduras se empezó a hablar de la Cumbre de Las Américas en Panamá, los mismos que están encargados de maximizar la figura de Juan Hernández, empezaron a sugerir más que decir, que este señor tendría un papel preponderante en ese evento, que celebraría reuniones con distintos mandatarios, y que el país vería beneficios del liderazgo del sujeto en cuestión, como nunca se habían visto, ni se verían jamás después.
Seguros estos farsantes, que de Juan Hernández siempre hay que esperar sorpresas, se trasladaron junto a el a Panamá, para ser testigos del maravilloso suceso, en el que este señor se convertía en el centro del evento transnacional. Desembarcados a unos metros del Canal de Panamá, la realidad, los traslado del mundo de mentiras en que viven en Honduras, al mundo verdadero, al presente del planeta.
A nadie de los medios en Panamá  le intereso la llegada de Juan Hernández, el que fue recibido como cualquier persona que se asoma a aquel bello país. Como es posible, que el personaje más importante sea visto con tanto desdén. Pero así fue. Seguro es que no se enteraron, hay que hacer  algo. Y aquí empieza el ridículo. El señor Hernández, en ropa deportiva, a ejercitarse en las calles de Panamá, aun cuando en el hotel donde lo alojaron, hay gimnasio. No, había que hacerlo al aire libre, para que los panameños y los medios de comunicación mundial que cubrían el evento se dieran por enterados que “el papa de los pollitos ya estaba allí”; y que paso, nada. Ignorado de nuevo, el ridículo no consiguió mostrar nada más que el hombre se veía más delgado y es que se quitó los 4 chalecos antibalas con los que vive, duerme y sueña en Honduras, muestra que donde él sabe que hay seguridad no los usa. Aparecer como un divo en las calles de ciudad Panamá, no dio resultado.
Un poco más de crema a este pastel, lo puso la hermana del señor Hernández, la que sin financiamiento de ningún banco se construye en Comayagua una mansión digna de la primera dama de México, Esta señora que al igual que su hermano no tiene límites, para ridiculizarse, escribió en su cuente en Twitter que “Obama le dijo a Juan Hernández que tenía el pelo más blanco”, palabras que llenaron de emoción a ambos hermanos. Esta situación más allá de lo ridículo de publicarlo, no significa nada más para nadie, a excepción de los hermanos Hernández y su círculo cercano.
Para la señora Hernández, esta pequeña frase, vacía de contenido, es muy importante y le llena de alegría porque si hay algo que Obama demuestra siempre que puede, es la repulsión que siente por Juan Hernández, evita siquiera dirigirle la palabra. Por eso para los Hernández, este hecho que ni siquiera sabemos si en verdad ocurrió, es tan significativo. Pongo en duda que haya ocurrido, por qué ya otras veces la banda Hernández nos ha dado muestras de lo que son capaces. Mineros saliendo vivos, lágrimas por los niños inmigrantes, reuniones con Rajoy y otras mentirillas inocentes por allí, pues tienen un poco minada nuestra confianza en lo que dicen estos personajes.
Pero no solo Obama le desprecia y se lo demuestra. Hay dos personajes a los que en estos eventos, les hacen sentir que no pertenecen a ese grupo, y corresponden a dos países que comparten una historia similar, México y Honduras. Ambos “presidentes”, son considerados por los demás como ilegítimos, al haber accedido a la posición, vía fraude. Ambos están envueltos en tremendos escándalos de aportes de los narcotraficantes a sus campañas, ambos fueron “asesorados”, por un sujeto que se especializa en montar fraudes, y al que en Colombia un señor que está preso, lo señalo, como un recolector de dineros de narcotraficantes para invertir en las campañas políticas. Ambos son despreciados por los demás.
Y son estas credenciales las que hacen que al señor Hernández, los mandatarios le saquen el cuerpo, que eviten hablar con el, que no quieran tomarse la foto. Y para muestra un botón, ayer en un medio televisivo mostraban una foto de todos los asistentes a esta cumbre, hablando en grupos de a dos y más, y el único que no conversaba con nadie , es quien, adivinen quién? Si respondieron que el “divo de Lempira”, acertaron. Y es que a nadie que haya llegado por puro merito a una posición, le gusta tener a su lado a quien por la vía sucia llego hasta allí.
Pero si hasta aquí, nos sigue usted leyendo, déjeme que lo lleve al clímax de este ridículo protagonizado por el “divo de Lempira”, en la hermosa ciudad de Panamá. Al momento de hacer uso de los 8 minutos que en general les corresponden a cada asistente para dirigirse al pleno, el señor Hernández, saco unas hojas de papel, que seguro son de las de alguno de los discursillos mentirosos que se tira en las escaleras de la presidencial. Repitió allá, las mismas estupideces que aquí. Que Honduras está cambiando, que hemos llegado a un acuerdo con el FMI, que no hay violencia, y para rematar dejo boquiabiertos a todos los estadistas presentes al asegurar que según el FMI, Honduras, “es el país con mayor crecimiento económico” en América Latina.
Entre los asistentes, había caras de todo. Algunos estaban rojos y morados, porque este sujeto les mentía en su cara, haciéndoles ver imbéciles. Otros se lo tomaban con más calma y humor y estaban a punto de soltar una sonora carcajada. Y los últimos con cara de circunstancias, pensando que a una estupidez y a quien la profiere, se les responde ignorándoles a ambos.
Un papel deleznable, ridículo, vergonzoso. Un papel para el olvido histórico, aunque no para nosotros que llevamos un registro de las hazañas de los Hernández. No nos ha sorprendido, ya nada de ellos nos sorprende. Han hecho de la bajeza un apostolado, y siempre, pero siempre, se podrá caer más bajo. Lo único que saco Honduras de este evento, fue, ver a Juan Hernández como divo en Panamá, la alegría de que Obama le dirigiera la palabra, y la confirmación de aquella máxima: “Es mejor que lo crean tonto a uno, y no hablar para sacar de dudas”
MACH
14.04.2015

Comentarios

  1. Pero por el gusto de robar , no le importa que lo desprecien y no le dirijan la palbra. Gentes como estas estan acostumbrados a que saben que los que les hablan no es por respeto, es por interes o por temor, pero que donde no los ven muestran toda la repulsion y el desprecio que se puede sentir por personas como ellos.

    Saludos y siga adelante.

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  2. Como ladron Juan ya superoa Callejas que es decir bastante. Y como ridiculo le gano a Micheletti.

    Y asi hay quienes dicen que no hay logros........

    Saludos

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    1. Si ser ladron y ridiculo se consideran logros entonces si , el faraon ha tenido logros, superando a los dos que ostentaban los records en esas disciplinas.

      Saluos y gracias por su comentario.

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  3. Es tan estupido Juan Orlando que se enreda en las mentiras de el mismo.

    Por ultimo a de ser que el se cree todas las pendejadas que dice.

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    1. Tiene usted razon, por ultimo el se cree las tonterias que dice.

      Saludos.

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