Una crisis, una negociación, un arreglo.

Definitivamente el asunto de la reelección ha tomado un camino impredecible para muchos de los que nos gusta adelantarnos a los hechos. El que el partido liberal, ahora si de acuerdo con su bancada en el congreso, tomase una postura inesperada en contra de los deseos de Juan Hernández, nos dejo a algunos fuera de base, todas las elucubraciones anteriores a este hecho quedaron sin vigencia política.

 Podríamos decir que la acción de los liberales se convirtió en un parte aguas, entre el matrimonio PAULINA y una nueva definición de aquella romántica relación en la que al parecer los liberales no quisieron agregar a sus hojas de vida un nuevo delito, el de traición a la patria, al prestarse a reglamentar una figura inexistente, y que encima de todo contraviene una serie de artículos ”pétreos” que se refieren a la forma de gobierno, y en los que tácitamente se prohíbe que quien ya se sentó en la silla presidencial por un periodo, vuelva a hacerlo.

 Obligados por este hecho los nacionalistas han tenido que replantear su deseo de que Hernández siga en el poder , como garantía de impunidad por todos los actos reñidos con la ley que este y el anterior gobierno han ejecutado, perseguibles por cualquier sistema de justicia que no este subyugado a los deseos del inquilino de la casa presidencial. 

 Haciendo un recuento, la cúpula nacionalista corrupta, ha intentado de varias formas colarnos la reelección como una figura a la que solo le falta ser reglamentada.

 La primera mentira que nos mandaron y quisieron hacernos creer fue que la corte suprema de justicia, había dado vía libre a la reelección mediante un fallo en el que a solicitud de los mismos reeleccionistas, dejo sin efecto el articulo del código penal en el que se señalaban las sanciones para aquellos que hablasen de reelección, declarándolo inaplicable, por considerarlo inconstitucional, en otras palabras al quedar este articulo, “no derogado” sino en suspenso por inaplicabilidad, entonces se abre el debate sobre una posible reelección, sin embargo los artículos constitucionales que mantienen blindada la forma de gobierno, siguen vigentes, inexpugnables, por lo que aquel que intente reelegirse tendrá y debe tener una celda asegurada en Tamara. En Honduras no es posible la reelección por que la constitución, la madre de todas las leyes lo prohíbe y punto.

 La marcha de apoyo a la reelección de Hernández, en Tegucigalpa, fue otro duro revés que recibieron estos genios nacionalistas. Mediáticamente difundieron que 152,000 ciudadanos llegaron para apoyar a Hernández. Falso, un arquitecto capitalino, usando la tecnología de hoy, demostró que con mucho habrían llegado 12,000 personas, y eso que movieron gente de todo el país. Fiasco total con resultados pírricos.

 Luego aparecieron los nacionalistas con el cuento del millón y medio de firmas y la iniciativa ciudadana para, según ellos, reglamentar la reelección. Tampoco sirvió, ya que el grueso de la población intelectual hondureña se volcó a preguntarse como es que los diputados podrían reglamentar algo que en ninguna ley existe, y además fueron advertidos los nacionalistas del delito en que incurrían si llevaban a cabo semejante despropósito. Pero decidieron seguir adelante hasta que los liberales sacaron el cuerpo, haciendo una finta al estilo Messi o Ronaldo, y dejaron a sus pares cachos sin nada en las manos, como novias de pueblo, vestidos y alborotados.

 Los nacionalistas contaban con los votos de los tránsfugas de LIBRE y PAC y los Liberales para la soñada “reglamentación” de un fantasma, el fantasma de la reelección. Pero el movimiento liberal en el tablero de ajedrez, los dejo en Jaque Mate, y tuvieron que idearse un nuevo estandarte, una nueva línea de acción. Y en este punto deciden que como ya nada sirvió, entonces presentan un proyecto de decreto para un plebiscito, con 12 preguntas (solo falto que pusieran las 100 preguntas del examen del himno), en las que convenientemente han omitido preguntar a los hondureños si quieren que haya reelección o no, y mas bien evitan esta pregunta y aparecen con otras absurdas cuestiones, que se pueden resolver administrativamente, para eso hay un gobierno. En la sexta de estos 12 engendros de preguntas, se cuestiona si se esta de acuerdo con reglamentar la reelección, insistiendo en un tema ya agotado, no se puede reglamentar aquello que no existe; esto seria el equivalente a reglamentar de que nacionalidad serán los extraterrestres que vengan a la tierra o a cualquiera otra tontería en que se pretenda hacer un reglamento para algo que en las leyes aun no se ha instituido.

 La idea central de este testamento de preguntas, es provocar confusión a la hora de una posible votación, en nuestros pobres y analfabetas compatriotas que en mayoría ni por que no se olvide, leen y escriben su nombre. A los ciudadanos de abajo no nos gusta leer y si nos ponen este grupo de preguntas en mayoría sentiremos un desperdicio el esfuerzo de leerlas y tomar una decisión al respecto. Pero aquí entra la genialidad nacionalista, al introducir en esas preguntas , cosas que de seguro le gustarían a todos los hondureños y mas a los que han hecho de la bolsa solidaria , del bono diez mil y no se cuantos programas mas , su forma de vida. Y aquí la movida que creo se vendría, la plancha. Ya me veo ante una publicidad, como, “Si quieres que siga el bono diez mil, marca SI en todas las casillas” u otra que diga “Si eres maestro y quieres recibir mas beneficios, marca si en todas las casillas”. Paradójico, quien le cerceno todos los derechos sociales adquiridos a los trabajadores en general en el país, es quien ahora propone aumentar los beneficios. 

 Sin embargo la idea central de este artículo, es poner en perspectiva algo que aunque ya se habla por debajo de la mesa, nadie se a atrevido a tocar. Para que haya un plebiscito sobre asuntos constitucionales, la reelección lo es, se debe aprobar por al menos las dos terceras partes de los diputados del congreso. Como esta planteado el asunto, hoy, los nacionalistas no tienen los votos para aprobar su examen del himno (cuestionario), los opositores  no tienen los votos para aprobar su proyecto de decreto, hay uno presentado por el PAC, otro por LIBRE y el último por los liberales, que coinciden en una sola pregunta, “Esta de acuerdo con la reelección SI__  NO__”. Así las cosas no se ve por donde se pueda aprobar un plebiscito si ninguna de las fuerzas en el congreso cuenta con los suficientes apoyos para sacar adelante su proyecto de decreto, y si como se ha dicho hasta hoy, nadie ha abandonado sus posiciones.

 Pero si no se aprueba el plebiscito, dirá usted, pues habrá que ir a elecciones sin reelección, postulado que tiene toda la lógica del mundo. Pero aquí entran en juego otras situaciones, las que describo a continuación. Siendo candidato, Hernández firmo un documento con el aval de la Unión Europea, en que todos los firmantes se comprometieron, de llegar a ser presidentes, a impulsar las reformas electorales necesarias para evitar los fraudes y las financiaciones de las campañas con fondos de la corrupción y del crimen organizado. Una vez metido en presidencial rodeado de 400 soldados famélicos, Hernández se niega a reformar la ley electoral, incluyendo el voto electrónico, la segunda vuelta electoral y la representatividad de los políticos en el tribunal Supremo Electoral. Los opositores, este bloque por ahora en el congreso, están claros y de acuerdo en que sin estas reformas no es viable ir a elecciones, ya que el partido nacional demostró en el reciente proceso que bajo la estructura legal actual son capaces de diseñar cualquier fraude para garantizarse la impunidad que desesperadamente buscan. 

 Es justo considerar en este punto, que lo que se avecina entonces es una crisis política peor incluso que la del 2009 , aquella que el general Romeo Vásquez lidero , y en la que hace unos días acepto paladinamente, que lo actuado fue un golpe de estado militar, y dijo haberse equivocado al entregar el poder a los políticos. Hubiese sido preferible mantener el poder, hasta tener alguien que respetara, para que fuera presidente, dijo. Y así como aquella crisis fue provocada, esta vez es igual, distintos actores pero al final lo mismo. Se me ocurre que los cachurecos de la cúpula, ya entendieron que el proyecto reeleccionista se vino abajo y que aunque los militares estén dispuestos a sostenerlo, por mas que se quiera es rechazado profundamente por las mayorías hondureñas, incluyendo un fuerte grupo de nacionalistas, que se sienten indignados y avergonzados por el terrible daño y descaro con que Hernández y su grupo han “gobernado” solo para su beneficio y del como han saqueado todo lo que les ha sido posible.

 Y llegados hasta aquí, que nos queda, solamente provocar una crisis, que permita llegar donde por desgracia confluyen todos los delitos de los de arriba, a una negociación. Una negociación que permita y garantice a Hernández y su sequito la impunidad anhelada, para retirarse del poder conservando todo lo mal habido, aunque esto implique la perdición del Partido Nacional, Hernández ya  ha  demostrado que su interés pasa primero por el y los suyos, segundo lo mismo y así sucesivamente hasta el infinito. Evitar la cárcel es prioritario para esta cúpula corrupta nacionalista, los demás que se los lleve el diablo. Y empezaremos a escuchar las voces, estas que para todo tienen una receta, diciéndonos que “es por el bien de Honduras”, que no debemos “estar peleando entre hermanos” y que hay que olvidar el pasado y perdonarnos, como si nosotros fuéramos participes del robo y miseria al que han sometido a este país. De hecho el primero en aceptar una solución así fue Salvador Nasralla que, hace unos meses expuso la idea “que renuncie Hernández y se quede con todo lo que se ha robado” y hagamos un gobierno para empezar de nuevo, y allí esta el primero, no parece descabellado al fin. 

 Y los religiosos, el piadoso Cardenal, pidiendo que perdonemos para que no corran ríos de sangre, incluyéndose el, entre los necesitados de perdón. Y los pastores, siempre tan dispuestos a perdonar a todo delincuente que llegue por donde ellos y les aviente algún milloncito por profecías, llenos de bondad y amor hacia los bienes materiales que se limpian y purifican inmediatamente que llegan a sus manos. Somos hermanos dirán, por que tanto odio, reconstruyamos Honduras, no veamos atrás y olvidemos todas las barbaridades que nos han hecho, los que querrán nuestro perdón pero sin devolver ni un solo cinco de lo que se han robado y menos sin pagar un minuto de cárcel por haberle causado a este pobre país un daño mayor que el Mitch y el Fifí juntos. Este es el escenario que se avecina y debemos estar listos para cerrar los ojos, y no vomitar por el asco que da como se arreglan las cosas en Honduras. La crisis viene…
MACH
04.08.2016

Comentarios

  1. Hoy si compa se voló la barda. Ojalá que no tenga razón y no tengamos que soportar otro arreglo en donde los caídos queden como mártires de una lucha sin sentido. Saludo cordial y felicitaciones por tan excelente artículo.

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    1. Ojala que su deseo se realice y yo este equivocado. De lo contrario sera doloroso ver como una vez mas, los delincuentes de las cupulas salen bien librados para disfrutar de lo que nos han robado. Saludos y gracias por su comentario.

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  2. Mario Padilla Rivera11 de agosto de 2016, 10:43

    Excelente vision. Falto decir que la oposicion con su actitud egoista favorece el plan cachureco. Felicidades.

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