Los 800,000 millones y la Deuda externa.

Siento frio cada vez que veo ese número, 800000 millones de lempiras, casi 40000 millones de dólares. 


Ochocientos mil millones de lempiras es lo que el país ha dejado de percibir o dicho de otra forma le han robado por actos de corrupción desde el año 1982 hasta el año pasado. Este número es el costo que ha tenido para los hondureños el mal llamado proceso democrático iniciado en el 1982 con don Roberto Suazo Córdova como presidente. 

La mayoría de este dinero corresponde a préstamos de países como Estados Unidos, que a cambio de la permanencia irregular e ilegal de los contras en Honduras, le dio a los políticos y militares nuestros, dinero a manos llena sin importar adonde iban a parar esos fondos. ¿Y donde esta ese dinero? 

Desde antes de 1982 ya había una alianza entre varios grupos de personas en nuestro país: Partido Liberal, Partido Nacional, Militares, Empresarios e Iglesia. Este pentágono de oportunistas es quien se ha quedado con estos 800000 millones de lempiras. A través de contratos amañados, de asesores fantasmas, de concesiones ilegales, de precios inflados, de prestamos impagos, de salarios injustificados, de componendas y de cualquiera fraudulenta forma de robar. 

Durante el gobierno del general Carias la deuda externa fue cancelada completamente, debido a esto fue presionado por los Estados Unidos para que renunciara de su dictadura. 

En los años setenta varias personas con conocimiento de situaciones similares en otros países se organizaron y pidieron préstamos a los bancos para “cultivo de tierras”, robando millonarias cantidades con la excusa de que era para desarrollar Honduras. En esa década se podían comprar viviendas (con tres cuartos, sala, comedor, cocina, baño, patio y área verde), pagando 40 lempiras (20 dólares) mensuales durante aproximadamente 10 años, los cuales se pagaron sin ningún problema por todos. 
Luego, con la devaluación, el dólar valía más y el lempira menos, pero la devaluación no afectaba el pago de estas casas ya que el dinero se pagaba en lempiras. Hoy en día una casa cuesta entre 200 y 500 mil lempiras, inaccesibles para la clase pobre y media y únicamente la clase alta puede comprar casas. 

El dinero robado o fue ahorrado en bancos extranjeros o se usó para, crear negocios en el país y fuera de el , algunos ahorraron el dinero robado en dólares, ya que sabían que en pocos años se devaluaría (desde 2 lempiras por dólar hasta casi 20 lempiras por dólar) y así su ahorro se multiplicaría. 

En los años noventa muchas personas (mayoritariamente políticos, empresarios y militares) pidieron préstamos a los bancos y provocaron la quiebra de varios, a sabiendas de que no tendrían que pagar y que no los mandarían a la cárcel ya que quienes hicieron esto estaban apoyados por personas en el gobierno. Entonces el gobierno tuvo que pagar (a costillas del pueblo) 3200 millones de lempiras, de los cuales solamente recuperaron 500 millones y no mandaron a nadie a la cárcel. 

Ese dinero producto del robo al pueblo fue luego invertido en empresas de todo tipo , generalmente asociadas a contratos con el estado, como un ejemplo las del rubro de generación de energía térmica, mientras evitaban la creación de represas hidroeléctricas, las cuales cobraban energía, que muchas veces ni era producida, cobrando 6 a 8 veces el costo real de la energía suministrada al pueblo, desde 1995 hasta 2007 los cobros han subido hasta 6 veces, si antes las personas gastaban 100 lempiras ahora pagan 600 lempiras por consumo de electricidad. 

El fruto de todo esto fue que todo subiera de precio (impulsado también por el aumento al costo del petróleo y por ende el costo de las materias primas) mientras el salario valía cada vez menos, obligando al pueblo a endeudarse para poder comer, ahora los bancos ganan hasta un 80% de interés por los préstamos que hacen al pueblo, siendo esto una mina de oro para ellos. La deuda externa actual ronda los 2500 millones de dólares. 

¿Y que pudimos hacer con esos 800000 millones? Podríamos haber pagado la deuda externa, tendríamos los mejores hospitales de América, la mejor educación, las mejores carreteras, seriamos un país rico, pero ricos todos, no como ahora que solo son ricos el 10%, ese 10% que se robo los 800000 millones. 

Este es el costo que ha tenido la Democracia para más de 8 millones de hondureños, un costo enorme, un costo brutal, por que ha condenado a la mayor porción de la población a vivir en condiciones no de pobreza, sino de pobreza extrema y de miseria. 

Y si este numero, me provoca frio hasta en la medula, mas frio me provoca ver a nuestros compatriotas con una camiseta blanca que les regalaron defendiendo este sistema de injusticia y a los que nos robaron lo que en derecho nos pertenece. 

Defendiendo a aquel que se robo el dinero de los hospitales públicos, y que por su robo murieron nuestros familiares por falta de medicina. Defendiendo al que se robo el dinero de la educación, condenando a nuestros hijos a la mediocridad de un sistema educativo que no conoce los computadores, los laboratorios de ciencias etc. 

Defendiendo a aquel que nos mantiene pagando alquiler en un cuartucho de mala muerte, por que con el salario mínimo, jamás, oigan bien jamás podrán ser dueños de una casa, y sus hijos repetirán su historia. 

Esto mis respetados lectores es lo que defendemos, defendemos el hecho de que nos roben, que nos condenen, y mas allá de eso estamos agradecidos por que nos hagan miserables. Cada vez que vamos como borregos a las urnas a votar por los mismos, les estamos diciendo que estamos contentos, que somos felices y que nos sigan robando. 

Pareciera que no nos importa, que perdimos la capacidad de sentir indignación, que hasta eso nos robaron ; Espero que usted tenga su propio punto de vista.

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