El siglo XX ,La Historia de una Gran Estafa
Reproducimos este articulo por considerar que de manera concisa desenmascara las bondades y logros del modelo democratico al que estamos sometidos las mayorias mundiales, por los unicos beneficiarios la minoria poderosa.
La segunda mitad del siglo XX es
la historia de una estafa. Esta afirmación resume y reduce, a la esencia más
extractada posible, las más de 1.200 páginas de Por el bien del imperio. Una
historia del mundo desde 1945, obra monumental del Josep Fontana (Barcelona,
1931), profesor emérito de la Pompeu Fabra y autor de más de 30 libros. Esa
estafa estriba en la enorme distancia que media entre lo estipulado en los
tratados, con sus pomposas pretensiones, y la realidad mísera e injusta a que
se enfrenta un porcentaje elevadísimo de la población mundial.
"Siempre me impresionó
descubrir la discrepancia que existía entre las razones con que los políticos
justificaban sus actos y los motivos reales que les habían movido". Así
explica el propio Fontana a elcultural.es la rabia de la que manó su empeño en
escribir este libro. Cuenta, además, que tenía sólo 14 años cuando terminó la
II Guerra Mundial. Y que en aquella encrucijada histórica se abrió camino una
esperanza: la de que las potencias vencedoras aplicaran sus propósitos fijados
en la Carta Atlántica firmada en 1941. En particular, uno: consolidar las bases
de una paz que proporcionase "a todos los hombres de todos los países una
existencia libre, sin miedo ni pobreza". Bonito papel mojado. A juicio de
Fontana el paso de los años ha demostrado que, en realidad, a los que han
tenido la sartén del poder político y económico por el mango jamás les ha
interesado de veras llegar a ese puerto.
Pero, claro, eso hay que
demostrarlo, para no quedar como un izquierdista voceras y prejuicioso. Y no es
tarea sencilla desbrozar la narración historiográfica de ese periodo de todas
sus manipulaciones, ocultamientos e imposturas. Él se ha arremangado y lo ha
hecho. Quince años de trabajo obstinado, escarbando en esclarecedores
documentos de procedencias diversas: la CIA, la KGB, los departamentos de
Estado norteamericano, británico... Fuentes clave para conocer la trastienda de
muchas decisiones. El resultado es muy revelador de las causas profundas del
cataclismo en que sufrimos hoy.
Por el bien del imperio está a
punto de agotar su segunda edición. Vender casi 6.000 ejemplares de un libro
así (ensayo historiográfico, grosor imponente, 39 euros y puro papel) parece un
milagro. Aunque su editor, Gonzalo Pontón, que en tiempos pasados comandó la
editorial Debate y ahora se abre camino con un sello propio, Pasado &
Presente, confiaba desde el principio en esta apuesta: "Hay muy pocos
historiadores en el mundo capaces de enfrentarse a un reto así. Para mí es el
libro de historia del siglo XX más importante que se ha escrito. Y no sólo digo
yo. El historiador Borja de Riquer ya ha dicho, a cuento de este libro, que
Fontana es un historiador más ambicioso y documentado que Hobsbawn y tan
sugerente y lúcido como Tony Judt. Y eso son palabras mayores".
Del batacazo económico que nos
hemos pegado en los últimos cinco años, Fontana culpa al cambio de las reglas
políticas y económicas que han conseguido implantar los gurús financieros. Y
cita a Chris Hedges para ventilar la responsabilidad solidaria de otros
estamentos: "Nuestra clase política e intelectual, que con la expansión
del poder de las grandes empresas encontró que les resultaba más provechoso dar
facilidades o mirar para otro lado".
Es un libro de Fontana rezuma un
tono pesimista. Hay demasiadas frustraciones, demasiadas ilusiones truncadas a
lo largo de su narración. "Mi decepción proviene de la distancia que
existe entre lo que parecía que podía hacerse -y lo que los vencedores
prometieron que harían- tras la victoria sobre el fascismo y lo que realmente
se hizo". Pero en sus últimas páginas, que llegan hasta las primaveras
árabes y las oleadas de indignación que han agitado Occidente en los últimos
meses, deja abierta una rendija de esperanza: "Es cierto que en la segunda
mitad del siglo XX se han se han conseguido muchos derechos y libertades. Pero
si nos fijamos en la forma en que se obtuvieron es fácil ver que más que
concedidas desde arriba fueron en realidad ganadas desde abajo por la presión
de la sociedad".
¿Son estos movimientos entonces
un verdadero motor de cambio de la historia que está por venir? Fontana no se
pilla los dedos, con buen criterio: "Si hay algo que un historiador
aprende a lo largo de la práctica de su trabajo es que no hay profecía posible,
salvo acerca de trivialidades. El futuro lo construirán entre todos los hombres
y mujeres del mundo con sus decisiones y sus actos".
Creditos: Tomado de elcultural.es
Excelente.
ResponderEliminarGracias por su comentario.
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