Futuro Tenebroso
Tenebroso. Que esta oscuro o en tinieblas. Que produce miedo. Que anuncia desgracia.
A mitad de esta semana, los cimientos del poder económico en Honduras fueron sacudidos por una carta publica que el señor Adolfo Facusse, ex presidente de la Asociación Nacional de Industriales, ANDI y del Consejo Hondureño de la Empresa Privada, COHEP, enviara al señor Luis Larach, actual presidente de la agrupación empresarial, que aglutina a las cámaras de comercio en industrias de todo el país.
En esa carta de visión casi profética, “Fito” Facusse, le advierte a los empresarios de lo que va a ocurrir con ellos, de continuar apoyando a gobiernos corruptos, solo por defender a algunos empresarios picaros que viven haciendo negocios sucios con el estado, sin pensar en los verdaderos empresarios, los que se fajan todos los días para producir y vender y así generar las ganancias que esperan como retribución a su esfuerzo.
Facusse invita a la empresa privada a “liderar”, junto al pueblo, la transformación del país, provocando y acompañando los cambios necesarios para que Honduras pase de ser un estado semi-feudal , a un verdadero estado capitalista, en donde se lucha permanentemente por mejores condiciones para todos los ciudadanos, entendiéndose que este es el motor generador de riqueza y oportunidades.
Advierte Adolfo Facusse, que el mayor enemigo del empresariado es un pueblo pobre, porque el empresario produce bienes y servicios para comercializarlos, sin embargo en un mercado sin poder adquisitivo, es imposible crecer y desarrollarse , ya que la demanda es mínima , y la oferta puede ser mayor , lo que irremediablemente lleva a la quiebra a los productores. La pobreza solo es capaz de generar dos cosas: más pobreza, y estallidos sociales incontrolables. Los pobres no pueden comprar , porque no tienen con que hacerlo.
Casi profetiza, que un día, los ciudadanos que viven en los cinturones de miseria que viven en los “cerros” alrededor de Tegucigalpa, puedan descender de allá, para reclamar igualdad de condiciones, y que no habrá ejercito alguno capaz de detenerlos. Si seguimos así, todos vamos a perder, afirmo Facusse.
De más esta decir que quien escribe esta de acuerdo en su totalidad con lo escrito por Adolfo Facusse, y quiero decir aquí que, desde que leí, la carta, me cuestione por dos cosas: la primera es si fue verdaderamente Adolfo Facusse quien escribió la carta, algo para lo cual aun en este momento no tengo una respuesta concluyente. La segunda es , el porque, hacia donde nos quiere guiar esta carta, cual es el objetivo real de la comunicación y de hacerla publica, bien pudo ser enviada bajo el sello ”confidencial”, mas sin embargo se opto por hacerla del conocimiento de la totalidad de los hondureños.
Ayer tuve la oportunidad de ver y escuchar a Facusse en un foro, que por poco no veo, pero que gracias a que cuento con amigos valiosos, fui avisado en el momento en que se desarrollaba el programa, que casi con seguridad me habría perdido. Y menos mal por que allí Facusse contesto la segunda de mis preguntas, el porque. Finalizando el programa, en los minutos que usualmente se dan a los ponentes, para que expresen su mensaje final, el empresario dijo “lo que yo persigo es provocar que la empresa privada tome la bandera de las recomendaciones contenidas en el informe del 2011 de la Comisión de la Verdad y Reconciliación para Honduras, y luche por su aprobación”. Podemos aceptar dijo Facusse, que “Hernández se quede estos cuatro años, pero que se comprometa a aprobar todas las 64 recomendaciones” dijo, en el informe de la CVR se habla de 84 y que este sea el punto de partida para la paz y la reconciliación en el país. No acabo de entender como quedan en esta solución planteada por don Adolfo, los asesinatos de civiles, los delitos electorales, y tantas cosas más que serian legitimadas si permitiéramos y aceptáramos que Hernández es presidente constitucionalmente electo.
Es así como la carta de Facusse muestra sus intenciones verdaderas, echarle tierrita al fraude, a la reelección ilegal y a los negocios sucios del estado bajo la egida de Juan Hernández, lograr el reconocimiento interno de este, mediante “el compromiso de aprobar las recomendaciones” de la CVR. Seguir manteniendo la impunidad, los negocios sucios y profundizar el arraigo del sistema, por cuatro años mas, para como diría un general de verdad, no como los hondureños, para recomponer las tropas y encontrar una nueva estrategia para que todo siga igual.
Pasa por alto “Fito”, que Honduras es una sociedad polarizada, que mas del 70% de los hondureños no quieren ver a Juan Orlando Hernández, de ninguna manera, ni un minuto mas en el poder, por lo que cualquier negociación para detener, aunque sea de momento, la crisis y el exacerbo de la población, pasa por la salida de Hernández y su partido, del poder desmontando toda la estructura corrupta con que ha cooptado todos los poderes del estado. Otra forma, me parece rayando la utopía. La paz y la tranquilidad de Honduras y los hondureños, empieza con la salida de Hernández de la presidencia de la Republica, a partir de allí, se pueden construir las cosas que se quieran. Y con todas mis fuerzas deseo que no terminemos como otras veces, negociando la ley, por el beneficio de una paz, que solo pospone los grandes problemas sociales y éticos que a diario vivimos y que nos hace ser lo que somos, un remedo de país. Poner la tierra bajo el tapete, no es la solución, porque aunque la visita no mire la suciedad bajo el felpudo, ella sigue estando allí.
MACH
21.01.2018
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