Infidencias de Ex Presidentes

A veces pienso que ya nada podría  sorprenderme en este país bizarro. Tiendo a creer que la bajeza moral, ya llego al máximo posible, y que ya después de lo visto y oído, ya no habrá más que pueda escandalizarme. Pero no es así, nunca es así.

Cuando vi en la televisión al  ex presidente Manuel Zelaya, contándole al mundo entero, que el ocupo el sillón presidencial, como consecuencia de un fraude, porque en Honduras todos los candidatos que se convierten en el primer mandatario del país, llegan de esa forma, haciendo fraude, me quede boquiabierto(no se trata de que no lo supiera,claro que lo se,pero no crei que hubiera uno tan desfachatado que lo aceptara)

Pensé que Zelaya  había perdido la razón, porque en mi humilde opinión, decir aquello, es burlarse en la cara de los hondureños que todavía piensan que al ir cada cuatro años a una casilla de votación, y mancharse el dedo, es participar en la elección de quien dirigirá los destinos del país.

Pero el ex presidente Zelaya, no tiene empacho en mostrarnos, cual es el significado que tiene para los políticos, la voluntad de los de abajo, de aquellos que siguen soñando que vivimos en una democracia representativa. Pues si vivimos en ella, solo, que lo de representativa, se queda en la representación de los que facilitan los medios para decantar el fraude a favor de quien ellos eligen, y lo de democracia, simplemente una obra bufa.

Pero en Honduras, nunca es suficiente. El ex presidente Porfirio Lobo Sosa, hace una semana, nos mostró que, siempre debemos esperar más.

Sin ningún asomo de vergüenza y remordimiento, el señor Lobo, nos cuenta que en el último año de su gobierno, detectaron que se estaban robando los dineros del IHSS, y luego nos cuenta que, no hizo nada porque era año electoral, y el detonar ese escándalo de corrupción, gestado en su gobierno, por miembros de su partido político, “podría afectar el resultado de las elecciones”, y que ellos (la cúpula de su partido), consideraron que la democracia era lo más importante.

Entre líneas, entonces, nos pone en antecedentes que el señor Juan Hernández, inquilino forzado de la casa presidencial, sabia de este asalto al bolsillo de más de dos millones de hondureños, asegurados directos, y muchísimos más con los indirectos, y que considero más importante, ganar las elecciones, objetivo que apenas cumplió, echando mano de la fórmula de Zelaya, el fraude, que evitar semejante descalabro.

Según Lobo y Hernández, las personas que se quedaron sin cobrar la ridícula pensión que les pagaba el IHSS (tal vez su único ingreso mensual), las que murieron ya y morirán en lo que viene, por falta de atención, por cirugías reprogramadas, por sesiones de diálisis no recibidas, por hipertensión no atendida, parturientas mal atendidas etc., etc., a este par de grandes y celebres hondureños, les importan un cacao.

 Lo más importante era y es , quedarse con el poder, para , saben que, seguir robando, lo que se pueda, lo que se encuentre, lo que haya, no importa de que se trate. Los que no han cobrado, ni cobraran sus incapacidades, pensiones, reclamos y lo que sea, importan un pepino, eso sí en mal estado(el pepino).

Estos sujetos, que para algunos son comparables con grandes héroes, con descubridores e inventores, que han legado grandes cosas a este mundo, no son más que delincuentes, coludidos con quienes se robaron la plata del IHSS, cómplices, y en un país donde se aplican las leyes, estos dos y todos los demás que sabían lo que pasaba y no hicieron nada, deberían estar encarcelados de por vida.

Pero estamos en Honduras, el país donde el plomo flota y el corcho se hunde (la cita es de Don Gabriel García Ardon) .Vivimos en Honduras, patria de un pueblo esclavo, castrado, que no reacciona ante nada. Un pueblo peleado con el conocimiento, al que tener corruptos y ladrones como autoridades, le parece bastante bueno. Un país donde robar no es malo, si se es `político, donde las leyes solo existen en el papel, no son universales, y solo se aplican a aquellos, enemigos del sistema, o caídos en desgracia.

Un país en el que dentro de 3 años, veremos a los ladrones de siempre, repitiendo las promesas de siempre, y los imbéciles de siempre, se babosearan, para llevarlos de nuevo al lugar que merecen, al de autoridades.

Los pueblos se dan las autoridades que merecen, y puesto que a los hondureños, no nos interesa, tener otro tipo de autoridades, concluyo en que lo que tenemos, es lo que queremos tener.

Está de acuerdo?

MACH

21.07.2014